Editorial

La resolución

La resolución

La resolución 13-23 de la Junta Central Electoral (JCE) que dispone que las reservas del 20 % de las candidaturas que apliquen los partidos será calculado por nivel electoral y no por la totalidad de los cargos electivos, ha sido objetada por la mayoría de las organizaciones partidarias.

Es posible que esa decisión del pleno de la JCE resista el recurso de revisión incoado en su contra o cualquier otra diligencia jurídica en procura de su anulación, pero el hecho  cierto es que ha creado un conflicto electoral de marca mayor.

El oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM) respalda el edicto del  órgano de elecciones, pero ha  dicho que en términos electorales no le beneficia   ni le perjudica. También se ha dicho que organizaciones que hoy objetan esa resolución antes  le dispensaron su respaldo.

Aplicar el 20 % de las reservas  sobre  el universo de las candidaturas tampoco se tipifica como una violación a la ley electoral ni al derecho constitucional a elegir y ser elegido, aunque ese  argumento podría esgrimirse  en cualquier escenario jurídico o político.

Resulta que al decir de sus voceros, la decisión de la Junta no beneficia ni perjudica al partido gobernante, pero sí a la oposición política, en la que 26  partidos, incluidos  la Fuerza del Pueblo (FP) y de la Liberación Dominicana (PLD) creen que lesiona sus intereses electorales.

Esa resolución limita la capacidad de los partidos para concertar alianzas electorales, especialmente  en el nivel congresual por el reducido número de escaños que podrían ser objeto de negociación, pero resulta difícil  endilgarle  vicio de ilegalidad o inconstitucionalidad.

El conflicto  motivado por esa decisión de la JCE es más de naturaleza política que jurídica, aunque debería advertirse que tiene ribetes preocupantes que afectarían el buen desempeño del proceso comicial, por lo que se requiere  que partidos y órgano electoral emprendan cuanto antes una jornada dialogante.

Los partidos intervinientes en el torneo electoral deberían recordar que ni la  abrupta suspensión de las elecciones municipales  de 2020 fue causa de una crisis de grandes dimensiones, por lo que el conflicto por las reservas de candidaturas sería tarea relativamente fácil de afrontar y resolver, claro con buena voluntad.

El Nacional

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