A pesar de los estragos causados por las inundaciones de la tormenta Melissa, los torrenciales aguaceros han sido beneficios, según el administrador del Banco Agrícola, para la ganadería y la producción agropecuaria.
Los más de 3,700 desplazados y las familias que han perdido viviendas y ajuares representan con las pérdidas humanas el lado más trágico del fenómeno atmosférico.
Pero no hay que sacar balance ni establecer comparaciones, sino aceptar, conforme a las afirmaciones de Fernando Durán, de que no todos los efectos del fenómeno han sido negativos.
Durán explicó que esta época del año es muy apropiada para la siembra de víveres, granos y hortalizas y que, en ese sentido, las lluvias han sido muy beneficiosas.
En su evaluación destacó que la parte más afectada son los caminos rurales, pero que el efecto puede ser momentáneo en el flujo de productos del campo a los mercados. El aspecto positivo tiene, pues, que aprovecharse.

