Aunque la República Dominicana está a la vanguardia en el turismo de la región del Caribe, la realidad es que el número de visitantes que recibimos cada año es menor a la meta propuesta. Somos un país de gente amable, dotado de recursos naturales envidiables, con una buena infraestructura hotelera, pero aún faltan habitaciones.

La meta de 10 millones de turistas para el año 2020 sólo puede cumplirse si el Gobierno incentiva las construcciones de nuevos hoteles. Necesitamos más habitaciones en el Este, el Sur y el Norte.

Es poco comprensible que se trate de poner obstáculos a quienes vienen a construir hoteles, generar empleos y divisas, en una nación donde el principal medio de producción es el turismo y las remesas.

Esto viene en razón de que hoteleros de la zona Este, que por supuesto no quieren competencia, se opongan al proyecto de levantar en Macao, tres torres de habitaciones de lujos, de 18 pisos cada una.

El proyecto fue aprobado por los organismos correspondientes e incluso el presidente Danilo Medina encabezó la ceremonia de inicio de los trabajos. Me dicen que la inversión superará los 30 mil millones de pesos y que más de cinco mil dominicanos ganarán allí el sustento de su familia de manera honrada.

El Gobierno debe mantenerse firme y aceptar las construcciones de nuevos hoteles, siempre que no afecten el medio ambiente y los recursos naturales, porque sin ellos tampoco tendríamos turismo.

La infraestructura en carreteras, puentes y acueductos que hace el Gobierno en el Este no deben ser para beneficiar a un grupo en particular sino a todos los inversionistas interesados en desarrollar proyectos allí.

Lo que la opinión pública conoce de la objeción que hace una parte de los actores turísticos del Este, hasta ahora se reduce al tema de la altura y el aspecto medioambiental, aunque de seguro que en privado las objeciones se incrementan.

El Moon Palace será la primera inversión turística a ser desarrollada en Macao, y tanto el presidente Medina como el ministro de Turismo, Francisco Javier García deben mantenerse firme en su decisión de permitir la obra.