Opinión

Leivi Germán

Leivi Germán

Recientemente un conocido diario digital publicó una crónica que podría inscribirse como una de “semiótica del perejil”, dando cuenta de que un “presunto dominicano de origen haitiano” se resistía a desembolsar 15 dólares por la expedición de una nueva cédula de identidad, en Nueva York.

La especie fue basada sobre una discusión en las oficinas de la Junta Central Electoral (JCE) del Consulado Dominicano en la urbe-todavía todos los consultados por nosotros no lo han visto- que, presuntamente, circuló en las redes sociales.

Nos sorprendió la reseña en cuestión, porque el neoyorquino de origen haitiano que intentaba obtener el documento-entendemos que no hay otro de su nacionalidad con su nombre-, era el periodista Levi Germán, al que tal vez conozcan más que a nosotros en República Dominicana.

En la crónica de marras, por cierto muy escueta, se relata que una persona protestó descalificándolo por pretender obtener el documento gratuitamente, debido a que es un haitiano. Evidentemente en esta nota hay una aviesa actitud que, por la nacionalidad ancestral de Levi, pretende perjudicarlo.

Al margen de esto, nos consta que se está consciente de que Levi Germán, figura como miembro del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP).

Pero, astutamente, se obvió ese dato por dos razones: primero para no confrontar a los directivos del organismo, y segundo para referirse, no a que no podía pagar, sino ceñirse al origen haitiano de Levi. Esto, a todas luces, lo hace vulnerable ante cualquier ataque. Al margen de estos detalles, esa crónica; muy intencionalmente, tiene un sello xenofóbico y racista.

El Nacional

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