Articulistas

Líder, pero del caos

Líder, pero del caos

Los violentos incidentes registrados frente al Congreso Nacional, donde un grupo de vándalos lanzó piedras que rompieron ventanas y cristales, además de impactar vehículos, es una acción incalificable contra la dignidad del recinto del primer poder del Estado y no debe quedar impune, pues se sentaría un funesto precedente en contra del respeto a la institucionalidad democrática.

Es por esta razón que de inmediato, con la firmeza y responsabilidad que le caracteriza, además de su buen tino, el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco anunció que Pedro Botello será sometido a un juicio disciplinario que podría culminar con su destitución por la comisión de graves faltas a su investidura legislativa.

Ese incidente ha sido tan grave y bochornoso en contra de la solemnidad que debe observarse en el Congreso,que diferentes sectores sensatos del país están reclamando, además de la aplicación de sanciones por parte del Comité de Disciplina del Congreso, que Botello sea sometido a la Justicia, en vista de que este caso no puede limitarse a una simple amonestación, en vista de que se trató de un acto vandálico que conlleva acciones penales.

Como si no tuviera conciencia de la gravedad de sus acciones y ante el anuncio de Pacheco, Botello respondió con un desafío, al afirmar que está dispuesto a encarar el juicio disciplinario y, peor aún, que volverá a encabezar otra manifestación parecida, en reclamo de su obsesión de que el país cometa el trastornador desacierto de disponer del 30 ciento de los Fondos de Pensiones para entregarlos a los trabajadores suspendidos en la pandemia.

En su mal disimulada teatralidad presentándose como pretendido defensor de la clase trabajadora, cuando en realidad sería su verdugo, ya que impulsa un proyecto que la lesionaría de forma profunda e irreversible si lograra su objetivo, Botello finalmente ha quedado al descubierto ante la opinión pública con su verdadero y único rostro de falso benefactor.

A juzgar por lo que ha adelantado Pacheco, las pruebas reunidas hasta ahora sobre la repudiable violencia exhibida por Botello y quienes lo siguen en su locura, son claras y contundentes que es improbable que pueda escapar a una condena por su deslucido y censurable rol de propiciador de violencia contra un poder del Estado que debiera ser el primero en defender con altura, decoro y civilidad.

Sin embargo, pedirle que actúe con tales atributos es una inútil pérdida de tiempo, ya que en vista de su temperamento impetuoso e intolerante y su trayectoria proclive al caos, no admite reflexión, razonamiento ni crítica algún a, pues está dominado por un pensamiento unilateral y obsesivo, creyéndose dueño de la verdad y paladín de los más desvalidos.

Como ha señalado certeramente Pacheco y es de conocimiento público para quienes siguen las redes sociales, el vandalismo realizado frente al Congreso fue una acción planificada y premeditada porque previamente se difundieron imágenes anunciando, piedras en mano, que se usarían tales objetos como “armas de reglamento” en contra de los legisladores que se opusieran a la entrega del 30 de los Fondos de Pensiones.

De ahí que no se limitara a una amenaza o intimidación, sino a una decisión tomada con la decisión de ejecutarla como finalmente se hizo, enfrentando a los agentes de la Policía que no es que su deber y obligaciónde defender el honorable recinto, a los propios legisladores y al personal legislativo en general, enfrentaron a los revoltosos con bombas lacrimógenas, a lo que ellos respondieron con piedras, cumpliendo con su desafiante anuncio.

La Comisión de Disciplina tiene suficiente evidencias y elementos de juicio para investigar a fondo y con todos los detalles el feo espectáculo montado por Botello frente al Congreso.

Por: Yaneris Piantini Guzmán
PruebaPrueba2400@gmail.com

El Nacional

La Voz de Todos