Desde antes de asumir por segunda ocasión la presidencia de Estados Unidos, el magnate Donald Trump se erige como un gran líder mundial.
En la reapertura de la catedral de Notre Dame, el presidente estadounidense fue prácticamente la figura más descollante, relegando al anfitrión Emmanuel Macron y opacando por completo a Joe Biden.
Su opinión sobre los conflictos internacionales era la única que interesaba. La icónica catedral francesa reabrió sus puertas el sábado tras cinco años de la restauración a que fue sometida tras el devastador incendio que sufrió en 2019.
Puedes leer: ¡Histórico!
Trump se ha mostrado más moderado e incluso sorprendió al declarar que quiere que los “dreamers” puedan permanecer en Estados Unidos. Pero los conflictos internacionales y las sanciones con que ha amenazado a varios países generan muchas expectativas sobre su ejercicio del poder.