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Lógica del despojo

Lógica del despojo

Esta madrugada vi partir al hombre que amo, de 83 años, hacia Santo Domingo Este. Cuatro vehículos llenos de hombres armados fueron a asaltar la casa de Ramón Vargas, dirigente de AP que está liderando la defensa de los Farallones del Este, área protegida debajo de la cual está la reserva que suple de agua potable al municipio más grande del país.

Un regidor, antes del PLD, que se pasó al PRM para reelegirse, dirigiría los grupos que asaltan las áreas protegidas, entre muchas otras fechorías. Y, como son testigos de que la oligarquía se vive apoderando de ese patrimonio común que es el Estado (Sans Souci, las tierras del CEA, los Humedales del Ozama), han decidido por la fuerza apoderarse ellos también de la que va quedando.

Tienen como referente cercano el ejemplo del senador que, con el apoyo del anterior Ministro del Medioambiente, Ángel Estévez, montó siete aserraderos en los bosques de pino del área protegida Manuel Aurelio Tavares Justo, sin que ningún coronel se casara con la gloria y lo sacara esposado para Najayo.

Bien decía Hostos que cuando en una sociedad los de arriba dan el mal ejemplo los de abajo literalmente se arman para participar en el despojo, aunque perjudiquen a sus propias familias con la contaminación del agua.

Este asunto va a continuar si el presidente Abinader, Jorge Mera, las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y Manuel Jiménez, no responden enérgicamente a esta desintegración social y lo hacen no solo arrestando al regidor que dirigiría a los grupos que hoy asaltan los Farallones, sino también haciéndole entender a la oligarquía local que deben detener su lucha demencial por el control de los bienes del Estado y los recursos naturales de la Nación.

El presidente acaba de anunciar que la Barrick le ha hecho un adelanto del pago de sus impuestos con el que momentáneamente nos eximirá de nuevos impuestos orientados a subsanar la deuda pública del gobierno anterior.

Lo que no nos dice es que ese “adelanto” debería ser una donación ya que cuando se firmó el contrato con la Barrick la onza de oro costaba 350 pesos y ahora cuesta dos mil, es decir que las ganancias de esa corporación con el oro del pueblo dominicano son estratosféricas.

La falta de mano dura para corregir estas anomalías conducirá a la anarquía armada del tigueraje, una violencia que amenaza con llevarse de encuentro a los buenos dominicanos.
Apelo a nuestro hermano Manuel Jiménez para que corresponda al cariño que nos hemos profesado, algo que Fidelio ha practicado aun frente a egos inflados, manipulables e inconsecuentes.

Por: Chiqui Vicioso

luisavicioso21@gmail.com

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