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Los carajos de la covid

Los carajos de la covid

Orlando Gome

En la medida que un grupo pequeño, pero bastante vocal, de personas en nuestro país empieza sus quejas sobre el toque de queda y demandan el levantamiento del mismo por diversas razones, entiendo apropiado recordar algunas cosas. La COVID-19 es un virus, por ende no es un ser vivo, así que la cantidad de carajos que le importan algunas cosas son, naturalmente, bastante pocos.

De hecho, a la COVID-19 no le importan muchos carajos mi opinión, este artículo, o todo lo que pudiera decir al respecto. Pero le puedo afirmar con alta seguridad que la misma cantidad de carajos le importa su opinión, la de su familia, sus amigos o la opinión del que escribió el post que leyó en Facebook, o la que vio en un video de YouTube.

La COVID-19 tiene muy pocos carajos para ofrecerle si usted está cansado del toque de queda, si quiere enviar a sus hijos al colegio, si no cree en la educación no presencial, si tiene protocolos de bioseguridad, si no los tiene, si le molesta usar mascarillas, si no puede vivir sin darle un abrazo a sus amigos y colegas, si cree que el toque de queda es injusto, o si usted entiende que es responsable, o si es, en efecto, un irresponsable.

Resulta más que evidente que la COVID-19 tiene muy pocos carajos para importarle si usted tiene un trabajo, si no lo tiene, si la economía se cae o si necesita recuperarse, si perdió su negocio, si es un trabajador esencial, si tiene un trabajo informal, si es rico, pobre o clase media, si celebra una boda en Punta Cana o se encierra a fiestar en un colmadón en medio del toque de queda.

A la COVID-19 especialmente no le de mucha importancia a si usted cree que no existe, que si lo inventaron en un laboratorio militar en China, que si es una trama para acabar con el gobierno de Trump, que si usted cree que el gobierno lo usa para instalar una dictadura, o cualquier otra teoría de conspiración que usted le compre a cualquiera con una cuenta de Twitter.

A estas alturas deberíamos tener bastante claros que a la COVID-19 no le importa un carajo si me infecta a mí, a usted, a sus hijos, a sus padres, su abuelos, sus amigos, su jefe, sus compañeros, los profesores de sus hijos, al Presidente o al Papa. Tampoco tiene mucho reparo en si sobrevivimos la mayoría o si nos morimos todos.

La COVID-19 es un virus, y como tal no razona, sólo sabe hacer una cosa, reproducirse. Nosotros como los seres razonables e inteligentes que en teoría somos, deberíamos ser los llamados en tomar las medidas necesarias para detenerlo, conscientes de como se comporta y cuales son sus potenciales efectos. Los llamados a que nuestra salud y la salud de todos los que nos rodean nos importe un carajo somos nosotros como seres capaces de la empatía y el altruismo que somos, porque claramente el virus no tiene un solo carajo para importarle.

Por. Orlando Gómez
orlando.gomez@gmail.com

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