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Los días feriados

Los días feriados

Ernesto Guerrero

Para un Estado que se dice laico (??), resulta incomprensible que seis de los doce días feriados anuales, corresponden a celebraciones de la Iglesia católica. 

Aunque menos de un 50% de los dominicanos se declaran católicos (pew research), las autoridades eclesiásticas amparadas en su concordato trujillista pretenden que en la actual legislatura, modifiquen la ley 139-97 que establece el traslado de algunos días feriados.

Un Partido que se hace llamar “moderno” debe gobernar para la mayoría de los dominicanos que verían con satisfacción que se eliminen o se cambien estas festividades para conmemorar eventos nacionales y héroes de nuestra historia.

Lo primero que el cambio de día de la semana tiene por objetivos evitar que estos días feriados se extiendan más de lo debido, y que en lo posible se coloquen para permitir fines de semanas largos que favorezcan el turismo interno.

La jerarquía de la Iglesia católica sigue siendo temida, y muy pocos políticos dominicanos se atreven a contradecirla.

Basta conocer cómo a través de la historia fueron suprimidos violentamente otros cultos y como a las mujeres se les impide el derecho a decidir, cuando su vida y/o dignidad corre peligro por tres causales en el embarazo. Basta recordar, que excomulgaron a Duarte, derrocaron a Juan Bosch y tradicionalmente han apoyado los regímenes dictatoriales.

6 enero “Día de Reyes” eliminar y ofrecer los juguetes el 25 de diciembre, como lo hacen en Santiago y otras localidades. Día de la Altagracia Vs. la Mercedes (eliminar esta última celebración y quedarnos como todos los países católicos con una sola patrona. Jueves 8 de junio día de Corpus Cristi; (eliminar absurdo).

Somos uno de los cinco países en el mundo que mantiene un feriado nacional para conmemorar ese supuesto milagro. No se cambia ni se elimina porque ese día el buey habló al igual como lo hicieron la serpiente, y la burra de Balam.

Nuestro país está cambiando, pero nuestra maltrecha clase política debe despertar, y armarse de valor para desafiar el chantaje y al atraso que por siglos nos tienen sometidos las autoridades eclesiásticas.

Debemos, cambiar esos días religiosos por acontecimientos y héroes que nos enorgullezcan. ¿Por qué seguir refrendando fantasías de que una estrella se desvió de su órbita, para guiar unos magos, o que una divinidad apareció en un cerro para desviar las flechas de los indios?