El buen uso de los recursos públicos es determinante para la calidad de vida de los ciudadanos, de ahí que, debe existir mayor exigencia para conocer cómo se gastan estos recursos.

Los Poderes Públicos deben observar un estricto cumplimiento de transparencia sobre el uso de los recursos, así como el impacto y resultados de estos. También es imperativo rendir cuentas a través de información financiera completa, precisa y confiable, la que deberá ser auditada por la Cámara de Cuentas que: “es el órgano superior externo de control fiscal de los recursos públicos, de los procesos administrativos y del patrimonio del Estado”. (Art. 248, primera parte; de la Constitución Dominicana).

La separación de los temas a controlar que se observa en el texto del Art.248 arriba indicado, es sumamente interesante. Veamos: Los recursos públicos, por definición representan los ingresos públicos captados por el Estado durante un periodo de gobierno, para solventar los gastos inherentes a su gestión.

Los procesos administrativos, implican contratos, convenios y acuerdos con terceros que, refiere a: servicios, construcción de obras de infraestructuras, arrendamiento, adquisición o venta de bienes inmuebles, etc. Y, en lo que tiene que ver con el patrimonio del Estado, digamos que lo constituye la suma de bienes y derechos que son de su propiedad.

Como se puede observar, el concepto “recursos públicos” es bastante amplio y diverso, de ahí que, para realizar las auditorías a las entidades públicas, municipales, autónomas y descentralizadas que los administran; la Cámara de Cuentas requiere de una rendición de cuentas completa y transparente por parte de estas.

Para que las instituciones auditables puedan cumplir a cabalidad el requisito arriba indicado, es necesario que todas estén provistas de un sistema de contabilidad organizada. Solo así, presentarían información financiera mediante estados financieros (Balance General, Estado de Resultados, Estado de Flujo de Efectivo, etc.). Lo cual no es posible, a partir de “estados de Ejecución Presupuestaria”, pues, ese método no registra la totalidad de los eventos contables que tienen lugar en el ciclo operativo de la entidad, vale decir: Cambios en los balances de las cuentas de inventarios, activos fijos, registro de la depreciación en las cuentas de activos que apliquen, control de las cuentas por cobrar y por pagar, análisis y control del pago de intereses, control efectivo del pago de nóminas y otros gastos.

¡Rendir cuenta fortalece la democracia! Es el lema de la Cámara de Cuentas. Ojalá se cumpla en toda su dimensión.