El súper yate Flying Fox parte hoy hacia las Antillas Menores luego de permanecer cinco días anclado en la terminal Don Diego, en el Puerto de Santo Domingo.
La embarcación de matrícula de Islas Caimán, número 9829394, llegó al país por el puerto de La Romana y posteriormente el 21 de este mes se trasladó a la terminal Don Diego en San Domingo, para abastecimiento de combustible, comida y limpieza.
En las Antillas Menores los puertos de islas
Antigua y Barbuda, Barbados, Dominica, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santo Lucía, Trinidad y Tobago, entre otras, son algunas en las que el lujoso yate anclará.
El yate turístico, cuya renta semanal cuesta 3.5 millones de euros, actualmente es operado por la agencia Drys, mide 136 metros de eslora, con un calado de 5.6 metros y un pesaje de 9,022 toneladas.
Abordo de la lujosa embarcación hay dos helipuertos y viaja un jeque árabe que anda recogiendo el mundo.
Este artillero de fabricación alemana Lurssen Yacchts, tiene una capacidad de combustible de 682 mil 500 litros.
La revista Forbes citó la embarcación como uno de los yates pertenecientes a oligarcas rusos en los que el Gobierno de Estados Unidos y naciones europeas tienen los ojos puestos para ser confiscados.
La revista Forbes, especializada en negocios y finanzas, señala en un artículo, en el que menciona 37 yates, que la opulenta embarcación sería propiedad del empresario ruso Dmitri Kamenshchik, presidente y accionista único del aeropuerto de Moscú Domodevodo, uno de los más grandes de Europa del Este.
Está valorado en 455 millones de dólares, fue registrado en Islas Caimán y su última ubicación es Santo Domingo, República Dominicana. Añade que embarcaciones como el Flying Fox están registradas como vehículos “offshore”, “y atracados en lugares remotos”.
El ministro de la Presidencia, Lisandro Macarrulla, visitó el lujoso yate que ha atracado en el puerto Don Diego de Santo Domingo.
