La manipulación del Gobierno haitiano de la conversación en Los Ángeles de los presidentes Ariel Henry y Luis Abinader no es resultado de ningún malentendido.
Se corresponde con una práctica recurrente de la vecina nación para generar confusión. Y podría pensarse que hasta malestar.
El Gobierno dominicano tuvo que desmentir con la rapidez que amerita que se proponga regularizar a los inmigrantes haitianos, como informaron las autoridades de la vecina República en un comunicado.
El Ministerio de Comunicación de Haití informó que Henry y Abinader habían acordado “regularizar la situación de los inmigrantes y trabajadores haitianos en República Dominicana, proporcionarles documentos de identificación y revitalizar la Comisión Mixta Haitiano-Dominicana”. Sin embargo, esa versión, conforme a las autoridades dominicanas, no se corresponde con la realidad.
De lo que se habló de que el Gobierno haitiano tenía que hacer todos los esfuerzos para documentar a los emigrantes en República Dominicana. La tergiversación es obvia. Y no se puede pensar en otra razón que no sea la mala fe de las autoridades haitianas.