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Mañana será tarde

Mañana será tarde

Orlando Jorge Mera

Desde Glasgow, Escocia, en representación del gobierno y de todos los dominicanos, hemos avanzado en la agenda medioambiental de interés global plasmada en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 (COP26), con el mensaje de que los acuerdos que se hayan establecido deben ser honrados en lo inmediato, porque mañana será muy tarde. El calentamiento global y sus efectos son como un cáncer, hace metástasis y no espera por nadie. Por ello, ante los efectos y de forma preventiva, debemos ser implacables.

En consecuencia, y en el marco de esta importante conferencia, hemos hecho énfasis en que los convenios deben ser cumplidos por todos los países firmantes, siendo esto de carácter trascendental- sin un ápice de ánimo de exageración- para la vida sostenible en el planeta.

En resumidas cuentas, y tal como declaré a los medios dominicanos e internacionales que fueron a cubrir este importante evento, se trata de interpretar el sentir general: los acuerdos y sus acciones debe ser hoy, ya que el tiempo no da para mañana, lo cual constituye un tema de profundo interés para República Dominicana, dado que somos de los países que menos gases de efecto invernadero produce, y sin embargo, somos de los 10 países más expuestos a sus consecuencias de todo el mundo.

El cambio climático es real y ha llegado. Teniendo en cuenta lo que está en juego, el gobierno del presidente Luis Abinader ha promovido con fuerza una agenda de tres puntos fundamentales: que los países acuerden una temperatura que no supere los 1.5 grados Celsius, tal cual fue establecido en París 2015. En segundo lugar, en aras de una mejor adaptación, hemos difundido la necesidad de un financiamiento menos burocrático y más enfocado en países en vías de desarrollo y expuestos al cambio climático, como es nuestro caso.

Y, en tercer lugar, que los países que emiten más gases de efecto invernadero sean quienes asuman la mayor cuota de responsabilidad por medio de los mecanismos de financiamiento que, repito, idealmente deben ser más expeditos, claros y priorizados donde más se necesiten. En pocas palabras, quienes más daño hacen, más deben asumir económicamente para la debida reparación.

El año pasado, nuestra región fue castigada con la peor temporada ciclónica de la historia reciente, y cada temporada, la exposición a tormentas o huracanes se extiende en tiempo y en peligrosidad. Esto es simple consecuencia del daño medioambiental de muchas décadas. Actuar hoy ya no es un valor agregado, es, como dijera el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, una urgencia en vista de que este contexto representa “un punto de inflexión para la humanidad”, la última esperanza real para frenar y enfrentar el calentamiento global.