La pintura muestra una escena en la que Cristóbal Colón prepara sus naves en Puerto de Palos para emprender el viaje en busca de las Indias.
4 de 10
CADIZ, España. Los primeros cronistas de Indias en el siglo XVI crearon una confusión que se extendió en el mundo iberoamericano, al nombrar con el topónimo inexistente de puerto de Palos de Moguer, el muelle desde dónde zarpó Cristóbal Colón, en su primer viaje que derivó en el descubrimiento del Nuevo Mundo.
Los historiadores españoles atribuyen este error a una denominación incorrecta de los cronistas de Indias Gonzalo Fernández de Oviedo y Francisco López de Gómara, cuando al escribir sobre el nombre de este puerto unieron de manera abstracta los nombres de Palos y de Moguer, como si fuera el de un sólo pueblo y no de dos villas distintas de Huelva.
La verdad histórica es que Colón, en su primer viaje que realiza para descubrir una ruta comercial hacia Las Indias por el Occidente, zapó del puerto de Palos.
Te puede interesar leer: Alexander Plaza es el templo de la compra de Berlín
Aunque son vecinos los hoy municipios Palos y Moguer están distantes uno del otro, a 15 minutos en autobús.
La confusión del referido nombre llegó hasta bien entrado el siglo XX e incluso el XXI en España.
En los libros clásicos de textos de la historia en República Dominicana, se arrastra todavía ese error.
López de Gómara y Fernández de Oviedo lo elaboraron en su fértil imaginación y lo escribieron en sus respectivos tratados de historia, la existencia del llamado puerto de Palos de Moguer. Ese puerto con ese nombre nunca existió.
Parece que estos dos cronistas jamás visitaron estas localidades de Huelva, o lo que escribieron sobre ese puerto fue de oídas, a través de referencias o de terceros.
En España, tras una intensa gestión del Ayuntamiento de Palos de la frontera, que es como se llama actualmente este pueblo, corrigieron ese desatino. Una calle y una estación del metro de Madrid fueron nombradas como Puerto de Palos de Moguer.
Es necesario aclarar que Cristóbal Colón ni los Reyes Católicos cometieron jamás tal error.
El yerro alcanzó, no solo a los libros de texto escolares de República Dominicana y de América Latina, sino también a las páginas de las enciclopedias.
Aún personas adultas, consultadas en Santo Domingo por el autor de este trabajo, mantienen esa confusión.
En el siglo XIX una calle de Madrid fue nombrada con el nombre de “Palos de Moguer”. Luego fue marcada una estación de Metro, que a su vez dio nombre al propio barrio.
La calle Palos de Moguer cambió de nombre en 1972, pero la estación de Metro siguió con el nombre erróneo hasta el año 1986. Fue necesario un convenio entre la Compañía Metropolitana de Madrid y el Ayuntamiento de Palos de la Frontera para que se cambiara el nombre de la estación.
Esta parada del tren pasó a llamarse Palos de la Frontera.
Otras ciudades españolas como Sevilla y Salamanca también incurrieron en el desliz al nombrar calles como Palos de Moguer.
Palos de la Frontera
Cuando Colón partió de Palos en su primer viaje a Occidente, 3 de agosto de 1492, la localidad, era entonces una villa, se llamaba solo Palos, pero la confusión se iba extendiendo por culpa de las crónicas erróneas.
Para terminar con esta confusión, tras 150 años intentando aclararlo sin éxito, el Concejo Municipal de Palos, en 1642, decidió llamar al municipio Palos de la Frontera.
Fernando de Oviedo
Gonzalo Fernando de Oviedo fue nombrado cronista de Indias en 1532, lo que le permitió acumular una gran información en el Nuevo Mundo.
Una de sus obras más importante fue “Historia General y Natural de las Indias”, que se imprimió, en su primera parte, en 1535.
En ella se refiere por lo menos dos veces a “Palos de Moguer”, en la página 20, correspondiente a los capítulos IV y V.
López de Gómara
El español Francisco López de Gómara, también cronista de Indias, utilizó como fuente a Fernando de Oviedo para escribir su obra “Historia General de las Indias y Vida de Hernán Cortés”.
Tal vez por eso incurrió en igualmente en la inexactitud de puerto de Palos de Moguer.
Se puede leer lo que afirmo en las páginas 30 y 52 de su referido libro.
Dos grandes de RD
Dos eminentes historiadores dominicanos, José Gabriel García, considerado el padre de la historiografía dominicana y Bernardo Pichardo, preclaro narrador, cometieron el error de también nombrar al muelle de donde zarpó Colón en su primer viaje a América, como puerto de Palos de Moguer.
Gabriel García hace referencia a “puerto de Palos de Moguer” en la página 84, de su libro primero, en el volumen 5 de sus obras completas.
Mientras que Pichardo escribe sobre el tema al describir el primer viaje de Colón, en su libro “Resumen de Historia Patria”, quinta edición en la página 16 en que titula: “Salida de Colón de puerto de Palos de Moguer”.
El libro de Pichardo fue declarado obra de texto en la enseñanza de primaria, en 1921, por la Superintendencia General de Enseñanza, equivalente hoy al Ministerio de Educación. De manera que varias generaciones se formaron con la creencia de de que puerto de Palos, se llamaba “puerto de Palos de Moguer”.
Esta confusión se extiende hasta hoy. La obra de Pichardo fue sacada como texto de primaria en 1994, por lo que estuvo vigente por 73 años.
En el caso de Pichardo, que estudió en Europa, él pudo haber rectificado ese craso error. Gabriel García, no salió más lejos que de Venezuela.
Hay que señalar que el primer historiador dominicano, Antonio del Monte y Tejada, en su libro Historia de Santo Domingo, libro I, capítulo, página 3, cuando menciona a ese puerto lo hace en forma correcta como “puerto de Palos”.
No hay dudas que Delmonte y Tejada no le dio crédito a los tratados de los cronistas españoles López de Gómara y Fernández de Oviedo.
Delmonte y Tejada hace una narración verídica de ese hecho, del que no inventa nada, obviando los tenebrosos misterios la información y la fuente no confiable.
El cronista de Indias, fray Bartolomé de las Casas, en su libro “Historia de las Indias”, tomo I cuando se refiere a la aldea y al puerto de Palos, lo hace con precisión, señal de que dato lo extrajo de una fuente calificada o tuvo buena referencia.
El puerto de Palos
Cuando Colón hizo su primer viaje al Nuevo Mundo, el muelle de Palos era uno de los más importantes del litoral de Andalucía.
Por el mismo salían muchos productos como lozas de mesa, ladrillos y tejas para buena parte de Europa. Además servía de aduana y recaudaba los tributos señoriales.
Datos históricos revelan que este puerto estaba a orillas de una ensenada del río Tinto y protegido de los vientos y alejado de las corrientes.
Cuando la conquista, a principios del siglo XV, era un puerto próspero, pero cuando la corona española impuso la creación de la Casa de la Contratación de Indias en 1503 en Sevilla inició el proceso de la decadencia del puerto de Palos, al punto que al comienzo del siglo XII quedó cubierto y sepultado por la erosión climatológica de una colina a cuyos pies se localiza.
En 1992 investigadores de la Junta de Andalucía ubicaron donde estaba el muelle tras realizar una investigación geotécnica en la ensenada del río Tinto. Estos trabajos se realizaron para celebrar el V Centenario del Descubrimiento de América, en 1992.
Los investigadores ubicaron el lugar donde estaba el muelle, pero hasta el momento esto se ha quedado en un proyecto de estudios.
Destino turístico
Palos de la Frontera es considerado como la Cuna del Descubrimiento de América, un lugar para sumergirse en la gran hazaña d el Descubrimiento del Nuevo Mundo. Un recorrido a través de ella, se convierte en un paseo por la historia de dos mundos: Europa y América.
Mencionar esa localidad es hablar de Cristóbal Colón y del Descubrimiento de América, acontecimiento que ha constituido uno de los hechos históricos más relevantes de la historia mundial.
Desde Palos de la Frontera partió Cristóbal Colón el 3 de agosto de 1492 con el objetivo de buscar una nueva ruta para llegar a las Indias. Lo hizo en tres embarcaciones.
En Palos de la Frontera hay muchos monumentos relacionados con el Descubrimiento de América, entre los que destacan la Casa de los hermanos Pinzón y la escultura de Martín Alonso Pinzón.
Todo indica que José Gabriel García y Bernardo Pichardo siguieron literalmente la fuente documental de los cronistas Fernández de Oviedo y López de Gómara, quienes transmitieron una información con rasgos incorrectos o falsos.
