El almuerzo escolar, que el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie) comenzó a servir desde el lunes, no está exento de una crisis por las supuestas irregularidades denunciadas por suplidores de la merienda.
Servidores han recurrido a la Dirección de Compras y Contrataciones Públicas, así como al Tribunal Superior Administrativo en demanda de garantías ante los supuestos dislocamientos, exclusiones y hasta extorsiones, entre otras anomalías en los concursos para asignar las raciones. Si es verdad que suplidores de la Línea Noroeste aparecen en escuelas de la región este o del sur, las autoridades no tienen más que corregir las anomalías.
El director del Inabie, Cecilio Rodríguez, explicó, sin embargo, que los alimentos a los estudiantes y el personal de las escuelas serán servidos por 1,855 suplidores que están ubicados en la cercanía de los planteles.
Rodríguez explicó que se ha asegurado de que no haya inconvenientes con la distribución del desayuno y el almuerzo en los planteles de las 18 regionales y 122 distritos escolares. Pero también se han denunciado supuestas extorsiones que contaminan más el proceso.
A pesar de la investigación de las denuncias y la afirmación del funcionario, quien dio cuenta de un rico menú, los suplidores están decididos a llevar su pleito hasta el final sin medir las consecuencias para el sistema de enseñanza. El conflicto se agrega a los problemas con la apertura del año escolar.
