Los nombramientos siguen siendo irregulares y los partidos políticos, que tienen al menos 4 años para preparar sus cuadros, persisten en improvisar sobre el razonamiento del “mérito adquirido en la campaña o en el partido”, lo que no tiene nada que ver con la necesidad de personas técnicas preparadas para las funciones que tienen que desempeñar.

Si un candidato o candidata, pierde su puesto de legislador o legisladora en la contienda, no es verdad que hay que ubicarle en un puesto con un perfil específico que necesita estudios especializados para las funciones.

Y así, volvemos a lo mismo, solo que ahora, el PRM prometió empeñarse en cambiar aquellas reglas de un juego tramposo y corrupto.

Y hay quienes tenemos la impresión de que el Ministerio de Educación, ha sido siempre uno de los de mayor recepción de puestos clientelares. El nombramiento de la Sra. Nilza Díaz, ex candidata a diputada por la Romana, como Directora General Equidad de Género y Desarrollo, para esa cartera, es una confirmación.

Esta Dirección fue creada respondiendo al mandato constitucional, artículo 39, y de la ley 1-12, como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible al 2030, entre otras reglas, y responde al cumplimiento de los compromisos adquiridos por este país frente a la comunidad internacional, por la igualdad.

La persona que la dirija debe tener Estudios de Equidad y Género, Especialidad en Género y Educación, Políticas de Igualdad o Acción Social afines a Género y Derechos Humanos, y no se trata de talleres, si no de estudios formales, que le permitirán velar por la inclusión del enfoque de género y derecho como una transversalidad, en las competencias fundamentales, indicadores de logros y demás elementos del currículo dominicano de los niveles, modalidades y subsistemas, entre otras cosas.

¿Cómo la lógica político partidista local no acaba de entender que o preparan a su militancia o trabajan con técnicos y técnicas que no sean de su partido? ¿Cuál es el problema? Una persona debidamente preparada hace su trabajo por encima de cualquier imponderable, y consulta, presenta alternativas, sabe crear espacios, discutir reformas y, sobre todo, conoce lo que hace.

El Ministerio de Educación y el gobierno mismo, deberían reconsiderar este nombramiento que, de ninguna de las maneras, le conviene a nadie. En el país hay ya muchas personas con estudios formales en el tema del Género y el Desarrollo que responderían a la necesidad real que tenemos de producir un cambio hacia la igualdad desde la base que es la educación. Un sistema educativo como el nuestro ya no da para más.

Por: Susi Pola
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