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“Mis hijos son mis derriengues” dice Ana Simó

“Mis hijos son mis derriengues” dice Ana Simó

Ana Simó con sus hijos Ana Valentina y Juan Sebastián Cabral Simó.

Cuando termina su jornada laboral, y cruza el umbral del hogar, Ana Simó guarda su título de doctora y lo sustituye por aquel que le ha dado la mayor de sus alegrías,  en el que encuentra su versión más íntima y sagrada: ser mamá.

Un vínculo entre mamá y sus hijos no es perfecto, pero si verdadero.

Ella no necesita tener todas las respuestas o hacerlo todo bien, pues lo que realmente importa es que esté disponible, que escuche y que abrace; por eso para la conocida psicóloga,  el tiempo con sus hijos no es negociable y los abrazos no se posponen, porque esto fortalece cada día el gran vínculo que tiene con sus hijos Juan Sebastián y Ana Valentina Cabral Simó. 

Ana Simó prioriza tiempo de calidad con sus hijos sobre proyectos profesionales

“Sé dejar para después nuevos proyectos que  interfieran con mi tiempo con ellos… Siempre he tenido claro que no quiero perderme nada de ellos ya que es  poco el tiempo, luego se van y siguen sus vidas” manifestó a ¡Qué Pasa! Simó, quien describe a sus hijos como: su todo, su vida, su norte, “mis razones y mis derriengues”.

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Convertirse en madre fue algo que buscó y deseó más que nada, por lo que afirma que al recibir a su primogénito  “fue el más bello regalo de Dios”, y aunque sintió miedo con relación al cuidado, debido a que  esta maravillosa y transformadora experiencia no trae manual; ese pequeñito temor, también lo consideró como algo “magnífico”.

El amor maternal de Ana es una fuerza transformadora y motivadora en su vida

No hay un molde para convertirse en madre, lo que sí existe es  un amor que desafía el cansancio, el miedo  y hasta el tiempo. No hay amor que se le compare, es un amor que no pide y que no espera.

“Yo por ellos lo sacrifico todo. El amor que siento por mis hijos va más allá de cualquier otro sentimiento. Ellos son mi motor, mi brújula, y me encanta lo que vivo, lo que aprendo con ellos” sostuvo la  directora del Centro Vida y Familia.

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 Aunque no muy frecuente, en redes Ana comparte pedacitos de su maternidad amorosa,  gracias a la cual descubrió que “soy fuerte, tengo una energía que no sé de dónde me sale cuando se refiere a ellos”.