Más oportuno no puede ser el viaje del presidente Joe Biden a Israel para disuadir a su aliado Benjamín Netanyahu del genocidio con que ha amenazado a los palestinos de la franja de Gaza.

Nadie con más incidencia que él para frenar una matanza que el mundo condenaría con más fuerza e indignación que los siniestros atentados del grupo terrorista Hamás.

Biden procurará disuadir a su aliado de que permita un corredor humanitario para los palestinos atrapados en la guerra, que no tienen ni siquiera dónde refugiarse de los bombardeos de Israel.

Biden también tratará de evitar, lo cual es muy importante, que los vecinos de Palestina se envuelvan en la guerra.

Y por supuesto hacer una advertencia a Irán de que se mantenga lo más alejado posible de la guerra para no exponerse a una respuesta. En estos momentos es plausible la gira de Biden a Israel.