Para la destacada diseñadora Marisol Henríquez, la moda ha sido testigo de la transformación de la mujer a lo largo del tiempo, cuyo rol solo se limitaba a ser musa, fuente de inspiración para los grandes diseñadores.
Sin embargo, señala que con el paso de los años la historia cambió. “Esto ha cambiado radicalmente y hoy, las mujeres, no solo son diseñadoras reconocidas, sino directivas creativas, empresarias y artesanas que han evolucionado con su visión única, liderando la industria, marcando tendencias, innovando y redefiniendo las reglas del juego”, dice Henríquez.
Esta destacada diseñadora es una de ellas, una creadora que ha hecho de la moda un medio de expresión y empoderamiento.

Destaca que la evolución de la moda siempre ha reflejado los cambios en la sociedad, ya que ha medida que las mujeres van ganando más independencia y derechos, sus atuendos también han evolucionado, para reflejar su libertad. “Desde los rígidos corsés del siglo XIX hasta la ropa funcional de las mujeres trabajadoras en la Segunda Guerra Mundial, cada prenda ha contado una historia de independencia. La moda andrógina de los años 80 y 90, el auge de la moda sostenible y la lucha por la inclusión son solo algunos ejemplos de cómo la mujer ha utilizado la moda como una herramienta de reivindicación”, señala la experta.
Para Henríquez, la moda ha sido una herramienta poderosa de identidad, porque a través de ella las mujeres han podido desafiar esterotipos, empoderarse y comunicar su personalidad sin necesidad de palabras.
«Desde el uso de los pantalones por Coco Chanel hasta la vestimenta de las sufragistas, la moda ha sido clave en la lucha por la igualdad. Actualmente vemos mujeres optando por prendas que representan su individualidad, sin miedo a romper lo establecido”, resalta.
Indica que el camino no ha sido fácil, ya que si hoy en día muchas mujeres lideran grandes casas de moda, el acceso a estos puestos ha requerido romper barreras. La diseñadora destaca que históricamente la industria ha sido dominada por hombres y que las mujeres han tenido que demostrar constantemente su talento para ser reconocidas.
«Hemos tenido que abrirnos camino en un mundo competitivo, donde el acceso a financiamientos y la validación de sus ideas no siempre ha sido sencillo», comenta.
Henríquez agrega que “las mujeres latinoamericanas hemos demostrado que nuestro diseño tiene identidad propia y puede competir a nivel mundial, pero que todavía falta mucha representación en las grandes pasarelas y un reconocimiento más amplio de nuestras técnicas ancestrales», asegura.
Sobre el legado de la mujer en la moda, dice ha sido su capacidad de transformación, logrando cambiar reglas del juego, abriendo espacios para la diversidad y la equidad. “En los próximos años la industria se orientará aún más hacia la personalización, la tecnología textil y la producción ética”, dice.
“Las mujeres seguirán liderando estos cambios, asegurándose de que la moda no solo sea estética, sino también un reflejo de los valores y la evolución social”. En cuanto a su evolución dice que su camino ha sido una combinación de pasión, esfuerzo y perseverancia. “Comencé explorando técnicas artesanales, aprendiendo de nuestras raíces y fusionándolas con diseños contemporáneos, logrando poco a poco ganar reconocimiento, creando piezas que cuentan historias y rescatan nuestra identidad”, explica.
Concluye señalando que “ha sido un proceso de constante aprendizaje, enfrentando desafíos, pero siempre con la convicción de que la moda es más que ropa: es un medio de expresión y cambio”.