Causa profunda indignación que el edificio cuya construcción se inició hace 14 años para alojar al Cuerpo de Bomberos de Santiago, haya devenido en antro de consumo de drogas y de ocupación ilegal de inmigrantes haitianos.
La edificación, ubicada en el sector El Dorado, avenida 27 de Febrero, es hoy un monumento a la deficiencia e irresponsabilidad de sucesivos gobiernos, así como de la indiferencia de la sociedad santiaguera.
Construcciones de escuelas, centros comunales y complejos habitacionales se encuentran paralizados desde hace años, como si de nada valiera el principio de continuidad del Estado.
Se censura que instituciones empresariales, sociales, gremiales y académicas de ese municipio no reclamen del Gobierno y del Ayuntamiento la terminación de tan importante obra que alojaría a una de las instituciones de mayor relevancia en lo que respecta a la seguridad y protección de vidas y propiedades.
Ojalá que el presidente Luis Abinader disponga en lo inmediato la terminación de ese edificio que desde hace 14 años requiere y necesita el Cuerpo de Bomberos de Santiago, que hoy funge como cobija de inmigrantes y cueva de consumo de drogas.
La ciudad de Santiago ha crecido tanto que cada día aumenta la necesidad de eficientizar los servicios de emergencia en el que los bomberos y las ambulancias ocupan un lugar preponderante. Ojalá que las autoridades entiendan esta realidad y la urgente necesidad.