Sumergirse en el agua no solo es una experiencia refrescante, sino también una de las mejores maneras de ejercitar el cuerpo y fortalecer la salud.
La natación, considerada uno de los deportes más completos, ofrece múltiples beneficios, desde mejorar la capacidad pulmonar hasta fortalecer los músculos sin impacto en las articulaciones, así lo explica la instructora de natación Indiana Medina.
“Uno de los aspectos más importantes de la natación es la respiración. Mientras que en tierra el proceso de inhalar y exhalar ocurre de forma automática, en el agua se vuelve una acción consciente. Cada brazada requiere coordinar la toma y expulsión de aire, lo que fortalece el sistema respiratorio. Por esta razón, los especialistas recomiendan esta práctica para personas con asma o dificultades pulmonares, ya que ayuda a mejorar la oxigenación y la resistencia”, señala Medina.
Resalta que otro gran beneficio es su bajo impacto en las articulaciones, porque a diferencia de otros ejercicios como correr o levantar pesas, donde los movimientos generan presión sobre las rodillas, tobillos y caderas, la natación permite moverse sin estrés articular lo la convierte en una opción ideal para personas mayores o con afecciones como artritis y artrosis, ya que les permite mantenerse activos sin riesgo de lesiones.
Indhiana, fundadora de la Escuela de Natación Medina, indica que, al tratarse de un ejercicio aeróbico, la natación activa distintos grupos musculares de manera progresiva.
Los diferentes estilos -libre, pecho, espalda y mariposa- trabajan diversas áreas del cuerpo, desde los brazos y piernas hasta el tronco y la espalda, lo que mejora la fuerza, la resistencia y la coordinación.
“No importa la edad ni la condición física, la natación es una actividad inclusiva que aporta bienestar integral. Ya sea como deporte, terapia o simple recreación, sumergirse en el agua es sinónimo de salud y vitalidad”, dice.
En cuanto a su influencia en la salud mental, asegura que cuando la persona práctica la natación se libera dopamina, que es algo biológico de la hormona de la felicidad y la serotomina que viene después de entrenar, que es otra hormona que influye en la sensación de bienestar y de calma.
Sobre cuántas veces se recomienda nadar a la semana, explica que va a depender de la disponibilidad de cada persona.
“Evidentemente, mientras con más frecuencia se practique, más rápido se verán los resultados. Ahora bien, lo más minímo que se recomienda es, dos veces a la semana”.
Una de las precauciones que se deben tomar al practicar natación es nunca estar solo, sobre todo si se está en un espacio donde los pies no tocan el fondo.
Otra de las recomendaciones, sobre todo en los niños, es que el color del traje de baño no se pierda fácilmente en el agua.
“Es importante utilizar trajes de baño de colores cálidos como rojos, anaranjados, amarillentos, entre otros, que logren ser identificados fácilmente en el agua”, resalta.
Medina considera importante no correr alrededor de las piscinas, pues podrían resbalarse. No saltar se cabeza es muy importante, sobre todo en los niños, ya que si la piscina no es lo suficiente profunda podrían lesionarse y esas lesiones regularmente son peligrosas.
“Si van a realizar algún clavado, que sea bajo supervisión y que no sea hacia el fondo, sino ligeramente hacia a delante o que el espacio sea lo suficiente profundo”, puntualiza la experta en natación.
