Editorial

No puede esperar más

No puede esperar más

El canciller Roberto Álvarez tuvo buen desempeño el miércoles ante la 77ª. Asamblea General de Naciones Unidas, donde instó a la comunidad internacional actuar ahora para evitar que la crisis haitiana se desborde por completo, aunque hizo falta la presencia en ese pódium del presidente Luis Abinader, aun fuera con el mismo planteamiento de que Haití “no puede esperar más”.

Abinader declinó viajar a Nueva York porque estimó necesario colocarse al frente de las labores de mitigación de los daños causados por el huracán Fiona, pero quizás una breve presencia en la Asamblea de la ONU no hubiese afectado el programa de asistencia a comunidades afectadas por el ciclón.

El canciller Álvarez dijo que la violencia en el vecino país ha creado una profunda fragmentación social que impide toda posibilidad de cohesión entre los diversos sectores, por lo que los haitianos esperan con desesperanza la tardada ayuda de la comunidad internacional.

Cuando el enviado dominicano se refería a la crisis haitiana, una poderosa banda armada, liderada por Jimmy Cherizier (Barbecue) tomaba el control de la principal terminal de combustibles de Haití, con la advertencia de que sólo saldrían carburantes de esa estación “sobre mi cadáver”.

Es de suponer que la policía haitiana intentará desalojar a ese grupo armado de la estratégica terminal que suple carburantes a gran parte del territorio vecino, o ceder ante su demanda de renuncia del primer ministro, lo que en cualquier escenario agrava el estado de anarquía que prevalece en Haití.

Álvarez apeló a propias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que encomiendan a una oficina de ese organismo en Puerto Príncipe, la creación de una agencia para ocuparse de la violencia sexual y de género, pero ha advertido que la policía haitiana carece de capacidad para contener a las bandas armadas.

El canciller Álvarez hizo lo que pudo para dejar establecido ante la Asamblea de la ONU, que la crisis de Haití no puede esperar más tiempo, por lo que la comunidad internacional debería actuar de inmediato para coadyuvar por vía del entendimiento interno al restablecimiento del orden antes de que la crisis se desborde.

Sin desmeritar las causas por las cuales el Presidente desistió de asistir a la Asamblea de la ONU, se resalta que esa ausencia impidió completar el periplo que inició la semana pasada con su entrevista con la vicepresidenta Kamala Harris y la disertación en la Organización de Estados Americanos (OEA), en las cuales abordó profusamente el tema sobre la crisis de Haití, que como dijo el canciller, “no puede esperar más”.

El Nacional

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