Sin importar que cite las razones, el exministro de Turismo, Francisco Javier García, abrió un abanico de interrogantes con su renuncia como coordinador de campaña del candidato presidencial del PLD, Abel Martínez.

En la decisión de García, quien dirigió las dos campañas electorales que llevaron a la presidencia a Danilo Medina, aparece la dispersión y como causa principal.

“Para que una campaña sea exitosa”, dice, “se necesitan varios factores”, de los cuales, agrega, “el más importante de todos es que quien la dirija cuente con la absoluta confianza del candidato, y en ese sentido el coordinador de la campaña debe tener la oportunidad indispensable de conocer, manejar y controlar los ejes fundamentales de la misma tanto en materia de comunicación y propaganda como entre otros aspectos claves que permitan transmitir el claro y preciso mensaje que debe llegar a los votantes”.

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Unos piensan que García ha querido curarse en salud frente a la evidente falta de despegue del candidato presidencial, quien en las distintas encuestas aparece en un tercer lugar en preferencia.

Por más dispersión en los equipos o que el candidato concentre la estrategia hay que reconocer que García tiene la suficiente jerarquía como para hacer valer su criterio. Martínez dosificó la decisión del veterano dirigente, pero admitió que se trabaja para relanzar su proyecto presidencial.