La estabilidad que se atribuye a la economía dominicana no debería motivar descuido o distracción del Gobierno ni del sector productivo en torno a previsiones que deben tomarse para afrontar los densos nubarrones que se ciernen en el corto plazo sobre la economía mundial.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado a la baja las perspectivas de crecimiento de las principales economías del mundo, incluidas las de Estados Unidos, China y de la Unión Europea, motivado por las alzas de precios de la energía y materias primas a causa de la guerra de Rusia y Ucrania y a nuevos brotes de coronavirus.
La inflación estadounidense, de 9.1 %, impulsada por precios más altos de la gasolina, alquileres y comestibles, y alzas en las tasas de interés decretadas por la Reserva Federal, enrarecen aún más el panorama global, con vaticinio del FMI a la baja sobre el crecimiento de la economía mundial, estimado ahora en 3,2 %, muy por debajo del 6,1 % de 2021.
En República Dominicana, la inflación se combate desde el litoral del Banco Central por vía de incremento en los tipos de interés de referencia y reducción de la masa circulante, y desde el Gobierno a través de subsidios a los combustibles y a la agropecuaria.
La inflación interanual aquí se mantiene cercana al 10 %, aunque durante el primer semestre de este año, el Índice de Precios al Consumidor (IPC), se redujo al 5 %, por lo que el banco emisor retomó su meta de inflación para el cierre del 2022, de 4+1
Aunque el Fondo Monetario aún no refiere potenciales escenarios de recesión, si advierte sobre “un debilitamiento significativo de la actividad económica en la segunda mitad del año”, por lo que disminuyó sus estimaciones de crecimiento del PIB mundial a 3,2 % para este año y 2,9 % para 2023, una reducción de 0,4 % y 0,7 %, respectivamente, en tanto que China sufriría una baja de 1,1 %, para situarse en un anémico 3,3 %.
Se prevé que la inflación promedio global sería de un 8,3 %, incluido el 10,5 % del Reino Unido y 7,3 % de la Zona Euro, además del temor de que la economía de Estados Unidos haya ingresado ya al escenario técnico de la recesión.
Pese a que aquí los indicadores macroeconómicos se mantienen estables, no es momento de cantar victoria y sí de redoblar esfuerzos para afrontar más tormentas que ya se forman en Estados Unidos, Europa y China, cuyos vientos de crisis afectarían al turismo, zonas francas, remesas e inversiones y por consiguiente a toda la economía.
