En un comentario en un encuentro navideño con la prensa la procuradora general de la República, Miriam Germán Brito, garantizó que con los expedientes de corrupción que se instrumentan no ocurrirá lo mismo que con el caso Odebrecht. O sea, que no se caerán en los tribunales por ausencia de pruebas. Sin embargo, la única debilidad de los sometimientos por el escándalo de los sobornos de la constructora no se redujo a la vergonzosa estructuración de la pieza acusatoria.

Las exclusiones por razones políticas de potenciales implicados, cuyos nombres algún día se conocerán con pelos y señales, fueron una de las notas características de las investigaciones realizadas por las pasadas autoridades. Se prefirió fabricar culpables antes que poner el dedo en la llaga. Además de la garantía de la magistrada Germán Brito, el procurador Wilson Camacho, quien participó en la pesquisa del caso Odebrecht, declaró en esos días que en la lucha contra la corrupción no había intocables.

Tras los señalamientos lo menos que podía temerse era de que en expedientes como el de la Operación Antipulpo, en que figura como principal imputado Juan Alexis Medina, hermano del expresidente Danilo Medina, quedaría ningún cabo suelto.

La realidad, sin embargo, ha dejado mucho que desear pues desde el exmandatario, otros hermanos, cuñados y funcionarios de su gobierno son citados en irregulares, pero no figuran entre los imputados. Aunque se especifican los supuestos actos ilícitos en que incurrieron no se explican las razones por las que no se les sometió a la justicia. Más cuando las propias autoridades proclamaron que en la batalla contra la malversación de los caudales públicos nadie estaba fuera del alcance de la ley.

Las exclusiones van de la mano con el componente mediático de las pesquisas. Es tanto lo que se ha hablado que puede interpretarse que las referencias a supuestas irregularidades se han formulado con el interés de hacer de daño. O de que realmente existen figuras intocables. La cabeza del entramado Antipulpo, del cual según el Ministerio Público Juan Alexis Medina solo era un tentáculo, jamás ha aparecido.

Si el Ministerio Público iba a excluir a tantas personas del expediente no ha debido mencionarlas como responsables de presuntas irregularidades. Sin, para colmo, ni siquiera interrogarlas. Es posible que, como en el caso Odebrecht, sean más los que hayan quedado fuera que los imputados.

Destacar que el exdirector de la Oisoe ha accedido a la devolución de bienes adquiridos de manera ilícita plantea sus interrogantes. Y más todavía cuando se dejan en el aire casos como el del exfuncionario que según él le había enviado 10 millones de pesos en efectivo para que comprara un apartamento.

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