La JCE decidió no esperar ponerse de acuerdo con los partidos políticos para emprender la modificación de las leyes que regulan las actividades de las organizaciones y del régimen electoral.

Lo hizo a través de un anteproyecto de ley. De esa manera son los congresistas los que llevarán la voz cantante sobre la revisión de las leyes 33-18, de partidos, agrupaciones y movimientos políticos, y la 15-19, orgánica del régimen electoral.

En las conversaciones los partidos políticos, que ahora acusan a la Junta Central Electoral de precipitarse, no han mostrado mayor interés en las modificaciones. Es la verdad.

Por tanto, en lo que se logra un consenso en el Consejo Económico y Social, si es que se logra, ya el Senado está apoderado de las inquietudes del organismo electoral.

El presidente de la JCE, Román Jáquez Liranzo, aclaró que las modificaciones propuestas no chocarán con las conclusiones a que se arriben en el diálogo. Lo que se ha querido es que se tenga constancia, pero si no se llega a un consenso, el Senado, en todo caso, está al tanto de las inquietudes de la JCE para transparentar y eliminar distorsiones del sistema electoral.

La potestad de la JCE para presentar anteproyectos en materia electoral no se ha cuestionado. Lo que puede haber sorprendido es que el organismo se adelantara cuando el diálogo con los partidos apenas comienza. Pero con un tiempo que avanza también es obvio que no se puede esperar hasta el último momento para tomar una decisión.