De nuevo la ciudadanía recibe indeseada dosis de preocupación con angustiantes noticias sobre el asesinato por encargo de un empresario en Santiago, el secuestro de dos jóvenes en el ensanche Evaristo Morales, quienes fueron severamente golpeados, y de un arquitecto despojado de su vehículo y dinero en la avenida Hípica de Santo Domingo Este.
También se menciona el despojo de una valija a un efectivo del Ejército perpetrado por individuos armados cuando el militar se disponía depositar su contenido en dinero en una sucursal bancaria de Higüey.
Una avioneta fue encontrada en unos cañaverales de la provincia La Altagracia, al realizar un aterrizaje forzoso en intento por evadir la persecución de un Super Tucano de la Fuerza Aérea. Los tripulantes del aparato escaparon a bordo de una yipeta después de enfrentar a tiros a agentes antidrogas.
Son muchos los casos de violencia y criminalidad que han ocurrido en los últimos días, incluidos raptos, asesinatos, atracos, asaltos y feminicidios, por lo que sobran razones para expresar preocupación ante un eventual rebrote delincuencial.
La muerte de Alejandro Antonio Doné Galán, cuyo cadáver fue encontrado amordazado en el interior de una camioneta, posee características de un asesinato por encargo, atribuido al decomiso de 65.9 kilos de cocaína dentro de un contenedor de frutas y vegetales que su empresa exportaría a Canadá por el aeropuerto de Punta Cana.
Causa gran indignación la historia contada por el psiquiatra Héctor Guerrero Heredia, de dos jóvenes estudiantes que al salir de la residencia del profesional, fueron interceptados por un individuo armado quien los conminó a abordar un vehículo dentro del cual fueron severamente golpeados y abandonados en una zona del malecón.
Esos estudiantes y el arquitecto Félix Gerardo Lorenzo, también raptado y despojado de sus pertenencias, sobrevivieron a experiencias espeluznantes que consternan e irritan a una sociedad que se siente indefensa y a merced de la delincuencia y la criminalidad.
Urge que el Gobierno termine el diseño sobre el conjunto de medidas preventivas y coercitivas que se aplicarían para frenar de cuajo el peligroso rebrote de un tipo de delincuencia caracterizada por raptos, atracos, asaltos, homicidios, narcotráfico y asesinatos por encargo.
