El ministro de Hacienda, Magín Díaz, tendrá que explicar con lujo de detalles su anuncio de que a partir del próximo año el Gobierno pretende aumentar sus ingresos mediante acciones fiscales administrativas que no requerirían aprobación del Congreso, algo así como extraer más conejos del sombrero.

Las direcciones de Aduanas (DGA) y de Impuestos Internos (DGII) tendrían a su cargo ejecutar eso que el funcionario denomina como “un plan de medidas administrativas”, aunque ambas instituciones recaudadoras no se cansan de proclamar mes por mes que incrementan sus ingresos.

Se sabe que ante el fracaso en las gestiones de aprobación de una nueva reforma fiscal, el Gobierno apostó al fortalecimiento de la eficiencia de la administración tributaria y aduanera como forma de incrementar los ingresos y reducir el déficit fiscal.

Tal parece que lo recaudado por ambas entidades no alcanzan las expectativas por lo que el Gobierno cree que se requiere apretar aun más la ubre de la vaca, con el uso de la factura fiscal electrónica, así como explorar acciones fiscales sobre el uso de la tecnología, sin olvidar alcoholes y cigarrillos como fuentes impositivas.

Se ignora si ese programa impositivo de naturaleza administrativa iría acompañado con la ejecución de medidas de reducción del gasto corriente, porque de lo contrario se estaría cargando en saco roto recursos obtenidos vía fiscalidad alterna, los cuales también podrían tener una vocación inflacionaria.

El Presupuesto Nacional para 2026, asciende a 1 billón 744 mil millones, equivalente al 20.1 % del PIB, lo que genera un déficit fiscal estimado en RD$280,000 millones, alrededor del 3.0 % del PIB, por lo que el Congreso aprobó una ley que autoriza al Gobierno a emitir bonos soberanos por RD$401 mil millones para financiar el pago del servicio de la deuda.

Ante la negativa o la imposibilidad de reemprender el camino de una reforma fiscal formal, a las autoridades no les queda otro camino que el de escarbar recursos en escenarios impositivos de la DGII o en el arancel aduanero, tarea difícil que requiere apego a los principios de legalidad, igualdad y transparencia.

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El anuncio del Ministro de Hacienda en torno a la ejecución de “un programa de acciones fiscales administrativas”, se asume como un enunciado de lo que debe ser detalladamente explicado y socializado ante los sectores productivos y la población para evitar así gato entre macuto o que la sal resulte más cara que el chivo.