Opinión Articulistas

Poder para ganar

Poder para ganar

Chiqui Vicioso

Algo que deberíamos aprender los y las dominicanos/as, y contribuiría muchísimo a nuestra salud mental y emocional, es que perder generalmente implica ganar.

Es algo que me enseñó mi abuela cuando me decía: Frente a toda situación solo hay un si y un no, y nadie se prepara para el no, nadie entiende que frente a toda decisión se puede perder y o ganar, y que perder es siempre un aprendizaje, es decir, se gana doblemente.

La segunda cosa que me enseñó mi abuela, fue que uno podía medir su importancia por la tenacidad con que los demás combatían lo que uno creía o representaba.

Nadie combate a los mediocres, solo a quienes se distinguen en el campo que sea, porque el mayor defecto de la humanidad es la envidia.

Mientras más te atacan, mientras más pretenden ignorarte, ningunearte, mientras más te calumnien o difamen, más importante eres. Y si, como en el tao, le abres la puerta cuando la empujan para sacarte, o te quitas del medio, mucho mejor, porque mientras más desapego tengas por lo que ellos consideran importante más feliz y libre serás.

Un ejemplo: Mi exclusión de la antología de poesía que prepararan dos poetas de generales bien conocidas en el país ha desatado más interés en mi poesía, a nivel nacional e internacional, que el haber sido incluida entre los tantos y tantas mencionados/as. Y esa exclusión ha sido el pasaporte para lecturas individuales tanto en Casa de América, en Madrid, como en Lisboa, Viena, Cánada, India, Puerto Rico, y el Mediterráneo. Excluyéndome me promovieron y eso se llama “perder” para ganar, y si no para ganar para reírme.

Cuento estas anécdotas porque hoy vino mi modista a visitarme y me contó con asombro que andaba Duarte arriba comprando unas telas, cuando escuchó una conversación entre los muchachos que hacen forros de muebles y vehículos en las aceras, sobre Guillermo Moreno. Todos decían que era su candidato porque lo habían oído hablar y era “un hombre serio que iba a poner en su lugar a los tígueres del gobierno.”

Además, y esto es lo asombroso, que ellos sabían “que no lo iban a dejar ganar”, precisamente por ser un hombre serio y honesto, y (otro asombro) “porque era amigo del presidente” y había que impedir que el presidente se rodeara de gente como esa para “dejarlo solo y obligarlo a aceptar todas las vagamunderías que necesitan esos tígueres para hacerse millonarios”.

El gran perdedor, según ellos, es Abinader, porque “hicieron lo que les dio la gana”, “no lo respetaron”; y convertirse en sujeto de la sociología popular, ajena a Guillermo hasta estas elecciones, de su “pérdida” su gran ganancia.