Atenas.- El Gobierno conservador de Grecia presentó anoche en el Parlamento el controvertido proyecto de ley que legaliza el matrimonio homosexual en el país, en medio de protestas de la influyente Iglesia Ortodoxa griega y de numerosos diputados oficialistas y miembros del ejecutivo.

La reforma no sólo contempla la figura del matrimonio homosexual sino que permite además a las parejas homosexuales adoptar hijos.

El primer ministro griego, el conservador Kyriakos Mitsotakis, ha defendido la reforma al señalar que “no es aceptable que existan ciudadanos con menos derechos que otros”.

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El proyecto pretende además regularizar la precaria situación en la que se encuentran muchos hijos de progenitores homosexuales, ya que hasta ahora sólo a uno de los miembros de la pareja se le reconoce los derechos sobre los menores.

Numerosos diputados de la gobernante y conservadora Nueva Democracia (ND), incluyendo algunos de sus ministros y viceministros, han anunciado que votarán en contra de la ley o se abstendrán.

Sin embargo, el principal partido de oposición, el izquierdista Syriza, ha recalcado que votará a favor de la ley, con lo que se espera que se alcance la mayoría parlamentaria para su aprobación.

La Iglesia Ortodoxa griega también se ha opuesto de manera contundente al proyecto de ley impulsado por Mitsotakis.

El “Santo Sínodo”, el máximo órgano de la Iglesia Ortodoxa, envió ayer una carta a todos los 300 diputados del Parlamento en la que afirma que la reforma “elimina la paternidad y maternidad” y sitúa los derechos “de los adultos homosexuales por encima de los intereses de los futuros hijos”.

La Iglesia ha redactado además un “manifiesto” que será leído en las iglesias durante las liturgias de este domingo para explicar las razones de su rechazo.

Según la prensa local, el proyecto será sometido a votación por el pleno del Parlamento el próximo día 15 de febrero.