Turbulencia
Al jurar como presidente de Estados Unidos, el magnate Donald Trump y sus opositores no se han dado tregua. En un caso inaudito el mandatario de la nación más poderosa del planeta declaró la guerra a los medios de comunicación, en tanto millares de mujeres, con la participación de muchas luminarias, marchaban contra la gestión más conflictiva. En su discurso de toma de posesión, Trump, antes que bajar la guardia fomentó el pesimismo dentro y fuera de la nación.
No ha reparado en que perdió en voto popular con una diferencia de unos tres millones de electores, lo que si bien no deslegitima su triunfo por lo menos debe servirle para reflexionar.
El sueño de grandeza con que motivó a los estadounidenses chocó con el masivo repudio de las mujeres a sus anuncios contra las minorías y los más de 11 millones de inmigrantes ilegales que residen en la nación. El mandato de Trump marcó desde el primer día una etapa turbulenta, sin luna de miel con la población y frente a un mundo a la expectativa sobre el curso de los acontecimientos.