Atención
Por el ambiente que prima en la Policía, no se reduce a un hecho aislado, sino que refleja un toque de atención, el caso del sargento de la Policía que fue cancelado por firmar el libro verde contra la corrupción y la impunidad. La decisión de Abel María Brisita Cepín no es más que otro eslabón de una larga cadena de acciones que cuestionan la autoridad y la disciplina del cuerpo protagonizadas por agentes.
Las irrupciones, hasta ahora inauditas, comenzaron desde que un agente se atrevió a colgar en la red y denominar cebolla los sueldos que perciben los agentes.
Al firmar el libro con su uniforme puesto el sargento Brisita Cepín estaba dispuesto a asumir todos los riesgos con tal de enviar un contundente mensaje.
No podía ignorar que cometía una falta grave al participar uniformado a un acto político y menos a una manifestación de la que, por más cívica que se presente, no se puede extirpar el componente político.
En medio del malestar que cunde en la Policía por los salarios y las condiciones de trabajo el caso del sargento tiene sus bemoles.