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Históricamente se ha entendido que la regulación siempre está varios pasos detrás de la regulación. Como parte de, por un lado, revertir esta ecuación y, por otro lado, de promover en la innovación, alrededor del mundo reguladores de todo tipo han implementado el uso de sandboxs (areneras) regulatorios. En esta ocasión no sólo propongo la implementación de sandboxs regulatorios, sino hacerlo extensivo a la introducción de sandboxs temáticos.

Un sandbox regulatorio permite a los reguladores y a desarrolladores de tecnologías innovadoras a experimentar funcionalidades, productos y servicios para los usuarios finales en un sector determinado en un ambiente controlado. Esto le permite a los reguladores a moldear su función de supervisión en base a lo que va descubriendo de los distintos desarrollos que operen dentro del sandbox.

La implementación de este tipo de herramientas ha sido natural para el sector financiero, que de por sí es altamente regulado, por lo que es posible que de forma natural en nuestro país esto se implemente en primera instancia por vía el Banco Central o la Superintendencia de Bancos. En ese caso, pudiera ser del interés de dichas entidades promover un sandbox temático enfocado a la inclusión financiera en adición al sandbox general para bancos y FinTechs.

Los sandboxs temáticos tienden a enfocarse en un interés político del regulador en promover el desarrollo de soluciones para atender necesidades específicas que este desee promover. La inclusión financiera ha sido parte del enfoque de las Autoridades Monetarias y Financieras en República Dominicana desde hace un tiempo, por lo que la implementación de un sandbox temático para atender esa necesidad sería natural.

El Banco de Sierra León y el Banco Negara Malasia implementaron un sandbox temático para la inclusión financiera y de estos resultaron soluciones financieras para agricultores, mejoras para el procesamiento de pagos en PYMES, entre otros desarrollos tecnológicos interesantes que actualmente siguen brindando sus beneficios en la inclusión financiera de esos países, sin costos materiales para el Estado.

Nuestro país se puede beneficiar de los sandboxs regulatorios como herramienta en diversos sectores desde el financiero a telecomunicaciones y energía. Es importante que los reguladores asuman esa herramienta no como hoja de mapa para poner más trabas y burocracia a la innovación, sino como una oportunidad para potenciarla e incentivarla.

El uso de sandboxs temáticos se suma al esfuerzo de estimular la innovación, no sólo en los intereses naturales al sector privado, sino para reorientar esos esfuerzos hacia los intereses del Estado, creando un incentivo atractivo para que la iniciativa privada tome su curso en su propio beneficio y atendiendo las prioridades que los reguladores sienten que deben ser atendidas.

Por. Orlando Gómez
orlando.gomez@gmail.com