Moscú, 5 de Septiembre (EFE).- El presidente ruso, Vladímir Putin, acusó hoy de arbitrariedad a Francia por la detención e imputación del empresario ruso Pável Dúrov, fundador de la red de mensajería Telegram. “Las acciones de las autoridades (francesas) no me resultan muy claras, ya que tienen un carácter arbitrario”, dijo Putin al intervenir en el plenario del Foro Económico Oriental que se celebra en Vladivostok.
Putin destacó que muchos países tienen quejas hacia el funcionamiento de Telegram por el hecho de que “la plataforma es utilizada por algunas personas y estructuras de tal forma que pueden causar daño a la economía o al ámbito de la seguridad».
“Todas las plataformas de ese tipo pecan de lo mismo. Si actúan así con Dúrov, entonces también habría que cerrar, detener o encerrar bajo arresto domiciliario a otros”, señaló.
El jefe del Kremlin, que intentó bloquear Telegram (2018-2020), aunque finalmente desistió, aseguró hoy que “el Gobierno ruso también podría tener algunas quejas hacia él». Desveló que se reunió con Dúrov, que cuenta también con ciudadanía francesa, en una sola ocasión en Moscú “hace muchos años» durante un encuentro con empresarios en el Kremlin.
“No le he vuelto a ver”, dijo y admitió que pensaba que el empresario seguía viviendo en Moscú. El Kremlin ha pedido a Francia pruebas tan contundentes como las acusaciones presentadas contra Dúrov, ya que, de lo contrario, su detención y posterior imputación “será un intento directo de restringir la libertad de comunicación e incluso se podrá decir que una intimidación directa del jefe de una gran compañía».
La Justicia francesa imputó a finales de agosto al fundador de Telegram por cargos que van desde el blanqueamiento de crímenes a complicidad en la difusión de imágenes pedófilas, y ordenó que quede en libertad bajo control judicial.
La detención de Dúrov, que nació en San Petersburgo, pero reside en Dubái desde 2017, provocó en su momento una ola de indignación entre los diputados y senadores rusos.
En cambio, la prensa independiente recuerda que, además de intentar cerrar la red de mensajería, el Kremlin presionó a Dúrov para que vendiera Vkontakte, el Facebook ruso, lo que propició la fundación en 2013 de Telegram y su posterior exilio.EFE