Pacto eléctrico Tarea pendiente
Las denuncias de que el Gobierno trata de dividir al sector social en la discusión del pacto eléctrico representan una señal por lo menos de inquietud sobre un acuerdo que tiene que ser consensuado, sin exclusiones. Pero que además se ha tornado urgente, no para resolver, sino para sentar las bases para la recuperación y desarrollo un sector vital para el crecimiento.
Ya que no se pudo sancionar antes de las elecciones, como se había prometido, el pacto eléctrico, contemplado en la Estrategia Nacional de Desarrollo, se puede aprobar durante el período de transición.
Lo censurable sería que se imponga a través de la manipulación denunciada por el economista Edwin Croes, uno de los representantes del sector social. Los desacuerdos que se han expuesto tienen que dilucidarse antes que obviarse para garantizar la legitimidad del proyecto.
Croes, que representa el Observatorio de Políticas Públicas, ha citado entre los desacuerdos la compensación por apagones, el plan de reducción de pérdidas y la veeduría de las empresas públicas. Si bien no podrá evitar inconvenientes, el Consejo Económico y Social (CES), que preside monseñor Agripino Núñez Collado, debe garantizar que la discusión del pacto eléctrico cuente por lo menos con la más amplia representación.