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Agresión obispos

 

En tanto el presidente de Nicaragua se aferra al poder, negándose a adelantar la celebración de las próximas elecciones como se le ha pedido para superar la crisis, las tensiones volvieron a dispararse con la agresión al nuncio, el cardenal y obispos y periodistas protagonizada por paramilitares que penetraron violentamente a la basílica San Sebastián, en la ciudad de Diriamba.

Entre las víctimas de la tropelía figuran el nuncio Stalislaw Waldemar Sommertag, el cardenal Lepoldo Brenes y el obispo Silvio Báez, quienes habían viajado a la ciudad localizada a 42 kilómetros de Managua para liberar a un grupo de paramédicos y misioneros sitiados en el templo por la milicia.

La prensa internacional observó cuando la Policía se retiró de la zona para dejar que los paramilitares irrumpieran en la basílica y provocaran la trifulca que terminó con los religiosos y varios civiles heridos.

Tras permitir a entidades internacionales que investiguen las muertes ocurridas durante las protestas que comenzaron el 18 de abril contra la reforma de la seguridad social, el Gobierno de Daniel Ortega no ha cesado la represión contra los sectores que demandan en la calle su salida del poder.

En las negociaciones que media la Iglesia católica por mandato de Ortega la oposición ha insistido en su demanda de que la salida a la crisis pasa por la renuncia del mandatario o en que se adelanten las elecciones. Pero la agresión a obispos, misioneros y periodistas en la basílica deja claro que Ortega está dispuesto a todo para retener el poder.

El Nacional

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