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Modelo salud

 

Consideraciones como la de la Pastoral de la Salud de la Arquidiócesis de Santo Domingo y del rector de la Universidad Iberoamericana (Unibe), Julio Amado Castaños Guzmán, tienen tanto fundamento que las autoridades deben ponderarla para allanar el camino a la instauración del modelo de atención primaria.

No se trata de ninguna fórmula algebraica, sino de algo tan simple como la creación de una mesa de diálogo con la participación de todos los actores del sector para impulsar el régimen y explorar acciones para bajar los elevados índices de mortalidad materna e infantil.

Monseñor Jesús Castro, obispo auxiliar, y sor Trinidad Ayala consideran que ante una mortalidad tan elevada en todos los renglones deberían primar tanto la razón como la sensibilidad en cuanto a consensuar una estrategia para enfrentar un drama en que las principales víctimas son los más carenciados.

El Gobierno como responsable de garantizar la salud de la población debe ser el más interesado en que se llegue a un arreglo para controlar la mortalidad materno infantil.

Lejos de imponer su propio criterio la lógica demanda el consenso entre todos los sectores que intervienen en el sistema sanitario.

El año que acaba de transcurrir dejó unas estadísticas conmovedoras con la muerte de 198 mujeres durante o después del parto y 3,495 infantes, de los cuales el 80% fue el renglón neonatal.

Si el modelo de atención primaria es tan importante para prevenir las defunciones y mejorar los servicios tiene que buscarse la manera de aplicarse, pero para que funcione.

El Nacional

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