Mientras empresarios como Juan Hubieres amenazan con arreciar las protestas en demanda de la modificación de la Ley de Hidrocarburos para bajar los precios de los combustibles, el Gobierno encuentra oportuno apoyo en la Asociación de Industrias de República Dominicana (AIRD) en su resistencia frente a las presiones de los transportistas.
A pesar de lo caliente que está la atmósfera, el presidente de la AIRD, Campos de Moya, ha echado más leña al fuego al intervenir en el debate para cuestionar la demanda de los transportistas sobre la base de que los impuestos a los carburantes fueron creados para compensar la caída de las recaudaciones arancelarias en virtud del DR-Cafta (Acuerdo de Libre Comercio de República Dominicana con Centroamérica y Estados Unidos).
No conforme con la explicación, De Moya calificó de mercaderes del tránsito a los transportistas que promueven las protestas, alegando que lo que buscan son ventajas personales “porque cada uno de ellos es propietario de cientos de vehículos” y tienen mejor nivel de vida que cualquier otro empresario o profesional.
En su manita al Gobierno el dirigente empresarial declaró que las comparaciones de precios de los carburantes entre República Dominicana y otros países se hacen de mala fe, porque se harían sin tomar en cuenta todas las variables.
Ahora está por ver la reacción de Hubieres, que de seguro no será el silencio.
