El asesinato de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal es uno de los crímenes más alevosos que se ha cometido en América Latina. En memoria de las heroínas, el 25 de noviembre ha sido declarado por las Naciones Unidas desde 1999 “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”.

Sin embargo a 58 años que se cumplen hoy del brutal asesinato cometido en 1960 las dudas no han sido totalmente despejadas. Minou Tavárez Mirabal, hija de Minerva, afirma que a pesar de la condena a los autores materiales un manto de impunidad cubre todavía el horrendo crimen.

Las Mirabal fueron muertas a palos cuando el vehículo en que retornaban de Puerto Plata, donde habían viajado a visitar a sus esposos encarcelados, fue interceptado por esbirros de la tiranía de Trujillo próximo a La Cumbre.

El conductor del vehículo, Rufino de la Cruz, un vecino de la residencia familiar de las hermanas en Ojo de Agua, Salcedo, también fue cruelmente asesinado. En principio el horroroso crimen fue presentado como un accidente, pero no tardó en determinarse que las Mirabal y De la Cruz habían sido ejecutados por órdenes del dictador Rafael Leónidas Trujillo.

Tras la caída de la dictadura los participantes en el suceso fueron condenados a la pena máxima, pero con el juicio no se aclararon las dudas sobre los verdaderos autores intelectuales de la funesta trama. Incluso en la trama se mencionan nombres de figuras que han tenido una participación destacada en el acontecer nacional.