Percibo que, para alegría de quienes amamos la industria, ha surge lo que parece ser una nueva generación del relativamente naciente cine dominicano.

La industria del cine, que tuvo un inicio promisorio con Pasaje de ida (Agliberto Meléndez), Nueva Yol, Perico Ripiao y Nueva Yol 3 (Ángel Muniz); hubo una segunda etapa auspiciada por la entrada en vigencia de la Ley Nacional de Cine (108-10) gestionada por la Dirección General de Cine, del Ministerio de Cultura, se ha desarrollo desde 2012, iniciando con una serie comedias de gran impacto comercial, pero en desagrado de la crítica dominicana de cine.

La tercera etapa (según nuestra concepción), iniciada por la pareja de Laura Amelia Guzmán & Isael Cárdenas, en que aparece el cine independiente con Jean Gentil, estrenado el jueves 4 de septiembre 2010, abriendo una etapa de cine dominicano de calidad.

El éxito de la delegación dominicana en el Festival de Locarno 2024, representa una cuarta etapa, protagonizada por jóvenes valores que incluyen a Tomás Pichardo y producida por Amelia del Mar Hernández y Fernando Santos Díaz, responsables de Olivia y las nubes, reconocida con una Mención Especial en la prestigiosa sección Concorso Cineasti del Presente, , “Un funeral para Lola”, dirigido por Iván de Lara y producido por José María Pimentel, fue galardonado con el prestigioso Open Doors – OIF – ACP – EU Award y “Que te vaya bonito, Rico” del cineasta Joel Alfonso Vargas, fue el ganador a Mejor Dirección en la sección Pardi di Domani (Competencia de Cortometrajes) Concorso Corti d’Autore de Locarno.