Entiendo que ni lo inexistente (democracia real), ni lo podrido (sistema institucional) se regeneran; mientras que la Nación (Patria o Matria), no hay que regenerarla porque no se ha degenerado; lo que se ha podrido es el poder que domina al pueblo y usurpa la Patria.
Considero que el poder tal y como está constituido, corrompido e ilegitimado, no se regenera: que hay que quebrarlo y reemplazarlo para constituir lo nuevo. Esto exige democracia de calle hasta producir un proceso destituyente de lo existente, seguido de un proceso constituyente de lo nuevo.
Pero esa no es la “onda” de quienes han fundado la Coalición Democrática por la Regeneración Nacional y sus lineamientos básicos, para supuestamente lograr esa meta mediante un pacto electoral con partidos políticos de oposición, gran parte de ellos comprometidos con el actual sistema de corrupción e impunidad
En esa tesitura han aceptado la idea de competir electoralmente sin cuestionar las normativas y arbitrajes electorales (JCE y TSE) controlados por el PLD.
En interés de pactar con el PRM y otros partidos de oposición (PRSC, PQD, FNP (Vinchos), PDI…) y de ponérsela en bandeja a quien consideran el “candidato opositor mejor posicionado” (Luis Abinader), esa Coalición obvió en los lineamientos básicos que propone temas tan cruciales como:
-La demanda verde de juicio político y procesamiento del presidente Medina, y apertura de procesos a los expresidentes Fernández y Mejía por los graves actos de corrupción en sus gestiones, incluido el caso Odebrecht.
– La propuesta de proceso constituyente.
-La exigencia de cárcel para todos los corruptos y recuperación de lo robado.
-La modificación de las normativas electorales y de la composición de la JCE y el TSE antes de los próximos comicios.
-Las sanciones ejemplares a corporaciones, grandes propietarios y funcionarios responsables de graves delitos ambientales.
-La revocación de los contratos de Odebrecht, Antena Latina y San Souci-Marina y otros… el engaño multimillonario de las EGES a Fonper, la necesidad de anular ARS y AFP privadas, y la condena de las mafias de los combustibles, importaciones, ONSA- transporte, CEA y Tucanos.
La imposibilidad de desarrollar un modelo productivo sin anular los TLC y el predominio del capital usurero e importador.
– La necesidad de descartar una Estrategia Nacional de Desarrollo afín a la estrategia neoliberal.
-La asunción de las luchas sociales.
En fin, esa Coalición asume la alternancia dentro del sistema sin tocar el fondo de los males acumulados. Y ya sabemos a lo que eso conduce.
