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Resentir histórico

Resentir histórico

Alberto José Taveras

El agua y el aceite pueden convivir durante siglos pero jamás fusionarse pues tendrían que renunciar a su naturaleza”. Es lo sucede con Haití y la República Dominicana cuyas disímiles realidades, sumadas al resentimiento histórico de sus élites que aún sueñan con la una e indivisible, sembrando distancia, pretensión equivocada que jamás permitiremos.

En reciente entrevista el profesor y catedrático Roberto Cassá, historiador, escritor, sociólogo y educador dominicano, actualmente director del Archivo General de la Nación, ponderó que se hace urgente que el Estado sea enérgico en regularizar el gravísimo problema migratorio y proceder sin demora a expulsar a los indocumentados haitianos para resolver este urgente tema.

Planteó la grave necesidad de enfrentar, corregir y eliminar la corrupción que existe en la frontera que involucra a militares, empresarios, políticos y otras figuras, de manera que el Estado tome posición frente a esta realidad, erradicando esta práctica nociva.

Reconoció que el diálogo binacional se torna difícil y complejo porque algunas potencias acusan a los dominicanos de racistas, lo que no es cierto, también que intelectuales haitianos dicen que el pueblo dominicano es el culpable de sus desgracias, lo que tampoco es cierto.

Lo más preocupante y nefasto es que en los manuales de historia de Haití se enseña que la isla es de ellos y que somos intrusos y culpables de sus desgracias.

Esto quedó confirmado con una anécdota del ilustre Dr. José Joaquín Puello en una visita donde el expresidente García Preval en su residencia en Haití, junto a otros ilustres dominicanos como Juan Marichal y Francisco Soriano.

El presidente Preval le preguntó al Dr. Puello si era familia del general José Joaquin Puello de la batalla de la Estrelleta, y primer vicepresidente de la junta gubernativa. Al recibir la confirmación, el presidente Preval le ripostó al Dr. Puello que su pariente estaba considerado como un gran asesino del pueblo haitiano.

A lo cual el Dr. Puello le ripostó en español ; “Culpa del tiempo fue y no de España”, queriendo decir que en la guerra todo estaba permitido. Prácticamente los expulsó de su casa y de Haití, confirmando ese odio y resentimiento histórico, rencilla que no han podido superar. Esto es una gran muralla que tenemos con ellos y que dificulta el diálogo constructivo. Les han inculcado en su historia que son los dueños verdaderos de la isla.

Definitivamente la principal amenaza que tiene la República Dominicana es la migración desproporcionada haitiana de más de 3 millones de ilegales en nuestro país. Una afrenta a la memoria histórica de nuestros padres fundadores. Le corresponde a la comunidad internacional tomar el control de este estado fallido y tratar estabilizarlo para guiarlos a una democracia sostenible.