El presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), Waldo Ariel Suero, no se hizo esperar al impugnar la resolución del Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS) que establece prisión y multas para galenos, clínicas y aseguradoras que incurran en violaciones graves de la ley.

Entre esas violaciones se incluyen negación de servicios sin causas justificadas, complicidad en diagnósticos y procedimientos quirúrgicos falsos que generen prestaciones económicas indebidas. También la retención de pacientes, cadáveres, cédula o cualquier otro documento en garantía para saldar cuentas.

La resolución, contemplada en la ley de seguridad social, no podía caer bien a los prestadores de servicios de salud. Todos prefieren seguir por su cuenta, culpándose uno a otro de cualquier violación cuando el caso lo amerite.

Pero lo cierto es que sin importar la reacción era más que tiempo de deslindar las fronteras sobre los servicios en el sector.

Es inconcebible que no existan consecuencias para violaciones tan graves como la mala práctica profesional, negar asistencia a una persona o retenerla de rehén en una clínica en lo que aparece el dinero.

En ningún país civilizado las violaciones están exentas de consecuencias para los responsables. Es posible que algunos aspectos de la resolución puedan revisarse, pero de ninguna anular las sanciones a médicos, clínicas y ARS por infracciones a la ley de seguridad social.