Editorial

Sacrilegio

Sacrilegio

El diputado Orlando Salvador Jorge Villegas incurre en un sacrilegio al proponer que al nombre del parque Eugenio Maria de Hostos se le agregue el de Memorial Jack Veneno, una irreverencia a la memoria del ícono de la unidad antillana y padre de la educación laica dominicana, que el legislador quizás no alcanza a aquilatar.

Lo primero que debe subrayarse es que Rafael Sánchez (Jack Veneno), recientemente fallecido, tiene su lugar reservado en el aprecio y admiración de un pueblo que disfrutó de su excepcional carrera en los cuadriláteros de lucha libre.

El proponente de ese insólito proyecto de ley debería saber que Hostos es un patrimonio histórico de las Américas, que forjó raíces en la lucha por la independencia de Cuba y Puerto Rico y que asumió a República Dominicana como su patria libre de colonialismo.

Hostos fundó la primera escuela normal de Santo Domingo, en 1880, a través de la cual implantó una nueva pedagogía dirigida a formar “seres humanos completos”, capaces de construir en sus propios países sociedades libres, por lo que su magisterio dibujó el perfil de una intelectualidad dominicana sustentada en la ciencia y la ética.

A inicios del siglo XX y hasta su muerte, en 1903, Hostos dirigió por completo el sistema de enseñanza de República Dominicana, un corto periodo que junto a la fundación de las escuelas normales de Santo Domingo y Santiago, ayudó a forjar una sociedad de libre pensadores, castrada luego por la tiranía de Trujillo.

El diputado Jorge Villegas justifica su despropósito legislativo en el argumento de que el fenecido Rafael Sánchez protagonizó sus mejores peleas en ese parque capitalino, pero debe saber que ya esa instalación lleva el nombre de uno de los personajes más ilustres de la historia nacional y de América.

Las presentes generaciones deberían saber que los restos de Eugenio María de Hostos reposan en el Altar de la Patria, siendo el único extranjero en ese sepulcro de inmortales, en tributo a su condición de precursor y padre de la educación dominicana.

Jack Veneno permanecerá en la memoria de generaciones que lo recordarán como excepcional deportista y un buen dominicano, pero se reclama con toda vehemencia que el diputado Jorge Villegas retire de inmediato ese intento de sacrilegio contra la inmaculada figura del maestro Eugenio María de Hostos.

El Nacional

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