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Santiago de la Cruz Mieses sus enigmas

Santiago de la Cruz Mieses sus enigmas

Algunas portadas de las obras escritas por Santiago de la Cruz Mieses.

Arraigado en la tradición más viva, que es la comprensión de la región en que se vive sin prejuicios en el ámbito cultural, que en un momento dado tiende a interpretarse como localismo, folklorismo de donde se vive.

Si se desconoce de lo que se está hablando se hace una mueca, sin imaginarse siquiera que una parte de la gran literatura de un país encierra esos términos donde va a radicar lo universal, aunado con el conocimiento por lecturas sensibles de los grandes autores.

Es el caso del narrador sapiente, Santiago de la Cruz Mieses, desde temprano de los años ochenta, anclado en su pueblo natal, La Victoria. Comunidad, hasta los otros días, perteneciente al Distrito Nacional y hoy día a la provincia Santo Domingo como Distrito Municipal.

Tiene la particularidad que, con solo nombrarla, remite a otras historias, donde está ubicada una de las cárceles más representativas del país y que no es ajena a la cuentistica del autor, por ser un fino observador de su realidad, con un libro publicado dedicado a su origen, sus gentes y acontecimientos de la historiografía nacional, titulado: El pueblo de mis amores, ediciones de la editora universitaria, 2016, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Donde nuestro autor forma parte del personal docente en el área del Comunicación.

De la Cruz Mieses escribe sobre diversos géneros que van desde el ensayo, poesías, novelas y cuentos, con este último, el cuento, es con el que puede apostar a la calidad literaria e imaginación del país, una vez se les lee, no hay manera de desprenderse de su contar con gracia y sapiencia de la experiencia del vivir con los ojos abiertos a la realidad circundante.

Al lado de una escritura fluida e irónica, es todo un estratega en la composición de tan vivaz generó en el que, seduce por la brevedad y sus hallazgos expresivos que, más de las veces, peca de aciertos que de desaciertos en su resultado final.

Al seducir por la brevedad y la libertad expresiva, que en él sí son breves con todos los aciertos que acompañan a ese término. Algo a destacar, se ha pasado la vida escribiendo para el silencio, publicando sus libros y dejándolos en las manos de sus allegados sin bulto, sin bulla, a veces, es donde está la calidad para resguardarlos del olvido respecto el lector del futuro inmediato.

Desde sus primeros libros de cuentos, Los Enigmas, 1999, Los Intríngulis, 2001, Los Acertijos; y de ensayos sobre Tradiciones dominicanas, 2016 y una antología de sus cuentos titulada: Antología del cuento de hoy, 2021, de sus libros, entre otros y todos publicados por la editora universitaria, donde el autor nos demuestra de qué está hecho su espíritu y su sensibilidad, con todos los recursos que cuenta en lo que se refiere al conocimiento de la técnica del cuento y sus dotes de buen narrador de historias breves; como debe de entenderlo todo cuentista que se haga llamar, digamos nato, con todas las implicaciones que encierra ese término.

Los cuentos de la Cruz Mieses son campo de cultivo de relajamiento, sapiencias tanto en las ambientaciones, las caracterizaciones de los personajes, sus nombres y el nivel de sensibilidad e imaginación puesta a prueba en cada cuento, pues cuando uno menos se lo espera está riendo a carcajadas, a la vez de hacer algún señalamiento de lo paradojal del ser humano en su cotidianidad trascendente, sea en la descripción del personaje, del ambiente o donde situé el cuento, que imaginariamente se entiende que es la comunidad que lo vio nacer, no de la cárcel, de tan triste recordación al país desde la era de Trujillo, que permanece de pie con sus fantasmas ululando, con los gritos de aquellos años donde aún reina el abuso y el oprobio.

Su narrativa desborda pasión e imaginación, siempre en alto su comunidad, en pasado presente sus gentes, sus vicisitudes, sus curiosidades por ser una comunidad satélite, de hombres de color, guardias en servicio, pensionados, aventureros, emigrantes y un largo etcétera que arropa toda una población, ante los pies del río Dajao, otrora afluente navegable que desemboca en el sempiterno río Ozama, donde nació nuestro autor y aún vive y vivirá, pues se ha encargado de colocarla en el mismo centro de la puesta y la salida del sol, y que no sea nada más por el llanto del confinado en su cárcel preventiva.

Amable Mejía
amablemejía1@hotmail.com
El autor es escritor.

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