La propuesta de derogar varios artículos de la Ley 108-10 anunciada ayer por el Gobierno ha generado un gran descontento entre productores y actores de la industria cinematográfica dominicana.
La propuesta presentada este lunes en La Semanal establece derogar los numerales 2), 3), 4) y 5) del artículo 6; el numeral 6) del artículo 10; el artículo 19; los numerales 3) y 4) del artículo 26; y los artículos 33, 34, 35, 37, 38, 39, 40, 41, 42, 44 y 45 de la Ley 108-10 para el Fomento de Actividad Cinematográfica.
Esta decisión, argumentan, no solo afecta la producción de películas en el país, sino que pone en riesgo el desarrollo cultural y económico de una industria que ha mostrado un crecimiento significativo en los últimos años.
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La Ley de Cine, que en su momento se concibió para fomentar la inversión y la producción local, ha sido clave para atraer tanto a inversores nacionales como internacionales. La eliminación de estos artículos, sostienen, podría llevar a una reducción en el número de producciones y, por ende, a la pérdida de empleos en un sector que ha comenzado a consolidarse.
Robert Cornelio, presidente de la Sociedad Dominicana de Gestores y Productores de Cine (Sodogdc), fue uno de los primeros en alzar la voz. “Estamos ante la destrucción de una industria naciente que no solo aporta más de 15 mil millones de pesos al año, sino que también promueve nuestra cultura en todas sus dimensiones”.
Resalta que el cine se apoya en todas las áreas del arte, la pintura, fotografía, la danza, la música, y genera empleos en todos los sectores, además de destacar el potencial de un cine que, en su momento, rompió las barreras de los festivales internacionales.
“La propuesta de derogación llega cuando llegamos a la construcción de un lenguaje único, netamente dominicano y rompimos las barreras de festivales internacionales de todos los niveles promoviendo no solo la cultura Dominicana, sino también el turismo a nivel mundial”, expresa el cineasta.
El presidente de Sodogdc destaca que la Asociación Dominicana de Profesionales del Cine (Adocine) ha intentado un acercamiento como órgano regulador, “pero no se nos ha permitido sentarnos en las negociaciones. No estamos en contra de modificaciones, estamos en contra de detener de golpe una industria que promueve la Dominicanidad y genera empleos”.
La preocupación es compartida por el crítico de cine y gestor Marc Mejía, quien resalta la importancia de la Ley 108-10, no solo como un marco regulatorio, sino como el motor que ha permitido el desarrollo de una industria vibrante.
“Su impacto va más allá de las taquillas, afecta a una vasta red de sectores, desde el turismo hasta los servicios. La ley ha sido clave para el desarrollo de la industria cinematográfica dominicana, generando miles de empleos, atrayendo inversiones extranjeras y posicionando al país en la escena global”, dice Mejía.
Asegura que derogar los artículos propuestos no solo significaría perder competitividad frente a otros países, sino también frenar el crecimiento del talento local.
“Es un día de decepción para las más de 30 mil personas que trabajamos en el cine”, lamenta el cineasta Danilo Reynoso.
“Es un día de duelo, decepción y desesperanza para los más de 30 mil personas que trabajamos en la industria del cine, para los casi 3 mil estudiantes y egresados, para las seis universidades que imparten la carrera y los más de 300 negocios relacionados a la industria. Luis Abinader se ha dejado confundir con datos falsos de los deshumanizados y focas que le aplauden”, agregó. Reynoso revela que “nunca nos hicieron parte de la conversación, aún cuando casi lo imploramos públicamente. Jochi Vicente, que por demás es un colega productor, se estaría ganando el título de “El sepulturero del cine dominicano”.
Solicita al Gobierno que los escuche y reconsidere, lo que llama una fatal decisión para el cine dominicano, justo cuando empieza florecer. “No hay ninguna posibilidad de competir ni crecer sin incentivos, como los tienen todas las potencias audiovisuales del mundo. Estaríamos retrocediendo décadas cuando ya casi éramos referentes en la región. Estamos de acuerdo con la revisión y mejores controles, pero eliminarla es un asesinato contra los miles de familias que subsisten gracias a la industria del cine”.
El productor de cine Víctor Dumé considera un gran retroceso mutilar la Ley de Cine, en especial el artículo 34, sin haber hecho una consulta con los actores de la industria.
“Hoy día las universidades están graduando jóvenes de la carrera que antes era un sueño, hoy existe una carrera de cine en la mayoría de las universidades, la empleomanía ha crecido increíblemente, nosotros, por ejemplo, con un estudio de cine, la proyección que tenemos de proyectos y empleomanía ahora queda mutilada. Es un gran retroceso y una gran debilidad de nuestro sistema de administración de políticas públicas”.
Por otro lado, los actores también han levantado la voz, destacando que esta medida podría reducir las oportunidades laborales y, en consecuencia, disminuir la calidad de las producciones nacionales.
La actriz y formadora de actores Karla Hatton, subraya el impacto que esta decisión puede tener en la nueva generación de talentos. “La falta de diálogo hará que hagamos menos cine, y eso representa un retroceso”, reflexiona.
Considera que “debió conversarse con los directivos de las instituciones de cine y no tomar a la ligera ese tema, porque seremos una vergüenza en otros lugares que si mantienen su ley de cine. Es un retraso para la industria. Como formadora de actores siento que se podría romper el sueño de muchos jóvenes talentosos”.
La también actriz Cheddy García dice que la industria del cine dominicana va más allá de hacer películas. “Nosotros nos hemos convertido en un país admirado y galardonado a nivel mundial, o sea, que nuestras historias nos dimensionan siendo éstas embajadoras de nuestro séptimo arte y de nuestra cultura”.
García rechaza “cualquier atentado” contra una ley creada para dar grandes oportunidades, y fuentes de empleos, “Nuestro cine es hoy un referente mundial. Nuestras escuelas de cine, universidades, e institutos, dejarían de tener sentido si no contáramos con una ley que siga permitiendo la ejecución de dichos conocimientos. Cientos de dominicanos tendrían que emigrar y fortalecer así, otra industria. No es justo, nuestra cultura cinematográfica quedaría relegada. Lo pertinente es crear debates y buscar una solución que nos permita seguir trabajando”, concluyó García.
Adocine
La Asociación Dominicana de Profesionales del Cine (Adocine) expresó su «enérgico» rechazo a la propuesta de derogación de los incentivos establecidos en la Ley 108-10, Ley de Cine y hizo un llamado al presidente Luis Abinader a que se reúna con ese sector para hablar sobre el tema.
La entidad, presidida por el cineasta Hans García, aseguró, en un comunicado divulgado a la prensa nacional que esta medida atenta contra un sector en crecimiento, que es la industria cinematográfica en República Dominicana.
Adocine negó que representantes de la industria se haya reunido con el gobierno, como dijo el ministro Jochi Vicente, cuando la prensa le preguntó si el Gobierno había consensuado por los sectores afectados.
«Recibimos con sorpresa la aseveración que asegura que se han reunido con todos los sectores afectados. Afirmamos y aclaramos que nuestro sector no ha sido convocado en ningún momento, a pesar de que hemos manifestado públicamente en múltiples ocasiones nuestra disposición al diálogo y nuestros intentos de acercamiento formal, los cuales no han tenido respuesta», dice la misiva.