La Procuraduría General de la República no ofreció esta mañana información sobre los avances de las pesquisas que lleva a cabo del lujoso yate Flying Fox, propiedad de un magnate ruso, que se encuentra retenido en el puerto Don Diego.
A pesar de la insistencia de este diario para obtener detalles sobre el curso de la investigación, los representantes del órgano investigativo no han dicho nada del sonado caso.
El Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI), la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y el Cuerpo Especializado de Seguridad Portuaria (Cesep) continuaron el sábado las pesquisas en la lujosa embarcación.
El 1 de este mes el Ministerio Público realizó un allanamiento en el yate Flying Fox, como parte de una investigación sobre presunto lavado de activos y tráfico de armas.
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La orden para la requisa es la número 0094-marzo-2022, dictada por la Coordinación de los Juzgados de Instrucción del Distrito Nacional, en la tarde del 31 de marzo.
El órgano investigativo realizó la solicitud en virtud de una cooperación jurídica formal que realizó Estados Unidos en virtud de los acuerdos internacionales de lucha contra la criminalidad y el delito, suscritos por República Dominicana.
La solicitud de allanamiento hecha a la magistrada Kenya Romero, coordinadora de los Juzgados de la Instrucción del DN, establece: “El Ministerio Público solicita practicar la requisa en virtud de que Estados Unidos tiene abierta una investigación en contra de varios objetivos dedicados al lavado de activos a escala internacional”.
El barco entró al país el 13 del pasado mes y se encuentra retenido en el puerto Don Diego, avenida Francisco Alberto Caamaño Deñó. Es vigilado por agentes de la Armada Dominicana y del Cuerpo Especializado de Seguridad Portuaria (CESEP).
