Articulistas Opinión

Tecnología y educación

Tecnología y educación

José Antonio Torres

Ahora que el país está inmerso en un dilema sobre el método de enseñanza aplicar en el sector público, debido a la pandemia del coronavirus, a la prepotencia del Minerd por un lado, y la arrogancia de la ADP por otro, es necesario tratar algunos planteamientos teóricos sobre la tecnología en la educación.

Ahora que la Internet ha permitido que los conceptos de comunicación e información se desarrollen en niveles que ninguna otra infraestructura tecnológica ha obtenido. Su expansión ha sido algo sin precedentes en la historia de la humanidad; no surgió con normas determinadas más allá de los protocolos básicos de comunicación.

Las nuevas tecnologías, entendidas como los dispositivos digitales que se pueden conectar con un ordenador o con internet, son, probablemente, las herramientas más potentes, versátiles y ubicuas que la sociedad haya conocido.

Sin embargo, el campo de la educación en los países del tercer mundo pocas veces ha sido pionero en explotar el potencial de estas herramientas en su actividad docente, lo cual podría explicar el poco éxito de los métodos y medios anacrónicos de la institución educativa para formar ciudadanos capaces de afrontar los retos del siglo XXI.

Veremos  el papel que pueden cumplir estas herramientas digitales, tanto en la eficacia de la actividad docente, permitiendo nuevas formas y medios de aprender, como en la educación en valores, fomentando la iniciativa personal, la solidaridad, el trabajo en equipo, la capacidad crítica o la interacción social.

Estos valores y actitudes son los elementos más útiles que el sistema educativo puede aportar para preparar a los ciudadanos. 

Los cambios que planteamos requieren una reorganización en muchos aspectos: en la formación del profesorado, en la potenciación del trabajo autónomo de los estudiantes, en una educación sin tiempo y espacio determinado.

 Teniendo en cuenta que la inversión es básicamente de capital humano, porque es una manera distinta de trabajar, enseñar, aprender y relacionarse con la sociedad, creemos que hay argumentos sólidos que apoyan la propuesta teórica y sus resultados positivos en todos los agentes involucrados en el proceso educativo.