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Héctor García

Anibal Méndez Valdespina.-

Un ex lanzador del béisbol amateur de República Dominicana, Medalla de Oro de los Juegos Panamericanos, México 1955. A sus 92 años de edad, espera recibir los Laureles del deporte nuestro.
Se trata de Aníbal Méndez Valdespina, quien reside en la ciudad de Rochester, estado de Nueva York.

En su época, le llamaban Manuel Valdespino, pero su nombre correcto es Anibal Méndez Valdespina, nacido en San Cristóbal el 7 de octubre de 1929. Es hijo de Pedro Méndez y Eluipina Valdespina, ambos fallecidos.

Según libros y crónicas de los fenecidos cronistas deportivos, Cuqui Córdova y James Rodríguez, Aníbal brilló en el béisbol amateur dominicano, poniendo de relieve sus grandes cualidades de lanzador.

Según ambos colegas: Valdespina poseía una recta envidiable, pero sus mejores armas eran las curvas, las que tiraba adentro, afuera, abajo y arriba, siendo la submarina, por debajo del brazo su envío más mortífero.
Sus mejores años ocurrieron en las décadas 40, 50 y 60.

ANIBAL MENDEZ VALDESPINA

Empezó en su ciudad natal, jugando para el Cuerpo de Bomberos y luego con el equipo, Julia Molina. También actuó con la Farmacia Ozama, San Cristóbal, Baní, Jimaní, Haina, Cami, la UASD y con los combinados militares, Fortaleza Ozama, Ejército Nacional, y Fuerza Aérea Dominicana.
Además integró la Selección Nacional de Béisbol durante varios años.

Formó parte del equipo dominicano que actuó en México en los Juegos Panamericanos del año 1955, donde tuvo récord de una victoria y una derrota. Venció a la fuerte novena de Venezuela. En esa oportunidad fue cuando los dominicanos ganaron la medalla de oro del béisbol de los Juegos Panamericanos.

En ese mismo 1955, Méndez Valdespina participó en un Triangular en Venezuela, entre Cuba, República Dominicana y Venezuela. En 1965 fue miembro de la Selección Nacional que participó en Colombia en la XVI Serie Mundial de Béisbol Amateur. Anibal Valdespino fue pitcher del equipo de San Cristóbal, pero sus mejores actuaciones las realizó siendo militar. Fueron muchos los juegos ganados y las ”lechadas” que propinó, escribió James Rodríguez, en el periódico El Sol.

Aún cuando no llegó a intervenir en el béisbol profesional, dejó un grato recuerdo de sus años de aficionado.

El Escogido llegó a interesarse por sus servicios, pero por causas ajenas a su voluntad no se cuajó y más tarde en 1971, se ausentó para Puerto Rico y años después a Nueva York, relata Cuqui Córdova.

Según me escribió la señora Elizabeth Estévez, quien comparte mucho con Valdespino, el derecho de bolas submarinas añora los tiempos en que hacía estragos desde el box de los militares.

Hace muchos años, me explicó Valdespino, con quien hablé por teléfono, se dedica a llevar la voz de Dios por todo Rochester, acción que le produce, una gran satisfacción espiritual. ¡Sus quejas por el olvido, causan tristeza!. A sus 92 años, Aníbal sigue tirando strike, a la espera de que se haga justicia, siendo reconocido por el deporte dominicano. ¿Por qué el olvido?

Por: Héctor García
hectorgarciasr@gmail.com

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