El expresidente Donald Trump emerge como el gran perdedor de las elecciones de medio término del martes en Estados Unidos, en las cuales el Partido Republicano obtuvo decepcionantes resultados al no producirse la “gran ola roja” en las urnas, como preveían las encuestas.

El presidente Joe Biden, en cambio, cree que el Partido Demócrata obtuvo buenos resultados a pesar de que es previsible que pierda el control de la Cámara de Representantes y que aún pelea un empate en el Senado.

Trump, quien persiste en afirmar que hubo fraude en los comicios presidenciales, tiene programado anunciar el día 15 desde su mansión de Mar-a-Lago, en La Florida, su aspiración a la nominación republicana en procura de retornar a la Casa Blanca.

Los reveses sufridos por candidatos suyos en Pensilvania, Michigan, Maryland y Nueva Hampshire, obliga a considerar la proclamación de esas intenciones, en razón de que no se produjo el mentado oleaje rojo, como lo había previsto el exmandatario.

Ron Desantis, quien ganó holgadamente la reelección como gobernador de Florida, emerge como un fuerte competidor de Trump por la nominación presidencial republicana.

A pesar de que el Partido Demócrata, en términos aritméticos perdió las elecciones del martes, el hecho de que no fue barrido como se preveía, convierte esos resultados en triunfo para Biden y derrota para Trump. El tiempo dirá.